La política miope de EE.UU. en Irak causará serios problemas

Firas Al-Atraqchi

YellowTimes - Rebelión.org

24 de abril de 2003

Traducido para Rebelión por Germán Leyens

La política exterior de EE.UU. es tan sorprendente por su falibilidad como por su miopía. Los planes de la administración Bush para Irak están fallando sobre todo por su incompetencia, su ignorancia cultural y su etnocentrismo.

Esos errores se han sucedido desde el derribo de la estatua de Sadam, un momento infame en la historia.

Error Nº 1: Las fuerzas de EE.UU. ocupan y acordonan el ministerio iraquí del petróleo en Bagdad, durante el primer día de la liberación. El complejo es protegido mientras saqueadores (extranjeros y nativos) arrasan Bagdad. Universidades, hospitales, cuarteles militares, museos, galerías de arte, y residencias privadas fueron despojados por completo. Cuando la comunidad internacional condenó a los funcionarios de EE.UU. por no proteger esas áreas, el Secretario de Defensa Donald Rumsfeld dijo simplemente, "Esas cosas suceden".

Reacción: Los iraquíes están convencidos ahora de que ésta no fue una guerra de liberación sino para apoderarse de la riqueza petrolífera de Irak; señalan que el único edificio ministerial que no arde -el ministerio del petróleo, está en manos estadounidenses. Quince otros edificios fueron incendiados y parcialmente destruidos hasta una semana después que las fuerzas de EE.UU. entraron en Bagdad.

Error Nº 2: Emergen noticias de que arqueólogos estadounidenses y británicos habían advertido a la administración Bush ya a fines del año pasado de que se podía temer que los museos iraquíes fueran saqueados una vez que terminara la guerra. Llamaron a las fuerzas de EE.UU. a preparar un plan de protección para esas áreas culturales e históricas. Los arqueólogos citaron eventos después de la Guerra del Golfo de 1991 cuando nueve de los 13 museos de Irak fueron saqueados. La administración Bush no tuvo para nada en cuenta sus llamamientos.

Reacción: Los iraquíes comprenden que para minar el futuro de una nación, hay que destruir su patrimonio cultural e histórico. Muchos iraquíes creen que el saqueo fue instigado por las fuerzas de EE.UU. y los kuwaitíes ansiosos de vengarse por la invasión hace 13 años. La comunidad mundial comienza a considerar que las afirmaciones de EE.UU. no contienen ni una pizca de verdad; un editorial del Philadelphia Inquirer señaló: "¿Qué sucedió después de todo con el Museo Nacional de Antigüedades de Irak? ¿Por qué las tropas de la coalición permanecieron al parecer inactivas mientras los saqueadores se lanzaban a un saqueo de 48 horas de unas de las colecciones más importantes del mundo de artefactos antiguos? Hubo ciertamente suficientes soldados protegiendo el edificio del Ministerio de Petróleo de Irak; tenía sentido proteger ese edificio, pero al no tratarse de la misma manera un vital sitio cultural, se suministra estúpidamente munición a los críticos que afirman que la guerra 'es sólo por el petróleo'".

Error Nº 3: Amnistía Internacional culpa a la ineficacia de EE.UU. después de la caída de Sadam: "Mucha planificación y recursos parecen haber sido dedicados a asegurar los campos petrolíferos iraquíes. Sin embargo, hay poca evidencia de niveles similares de planificación y uso de recursos para proteger instituciones públicas y otras esenciales para la supervivencia y el bienestar de la población", dice Irene Khan, Secretario General de Amnistía Internacional.

Dos semanas después de la salida de escena de Sadam, todavía no hay un suministro confiable de energía eléctrica en Bagdad; hay enfermedades relacionadas con el agua en Basora: Mosul está al borde de la guerra civil entre kurdos expansionistas por un lado y árabes, caldeos y turcomanos por el otro, y la escasez de alimentos y medicinas plaga los campos.

Reacción: Los iraquíes piensan ahora que si no se movilizan, su país quedará en ruinas y será presa de los intereses comerciales de EE.UU. Millones de chiítas iraquíes, que representan un 60 % de la población, comienzan a manifestar en protesta contra la presencia de EE.UU. en Irak. Corean "Muerte a EE.UU." y queman banderas de EE.UU. El Islam político aparece como la única solución aceptada por los iraquíes.

Error Nº 4: EE.UU. resta importancia a los "informes" sobre el descontento iraquí por la presencia de EE.UU. en Irak. El administrador civil de Irak, el general retirado Jay Garner, dice que la cólera y el resentimiento contra EE.UU. se disiparán. Garner se une a los funcionarios de la Casa Blanca en sus acusaciones contra Irán por el aumento de la tensión.

Reacción: Los chiítas dicen que no se les está tomando en serio. Refutan las acusaciones de que Irán esté sembrando el disenso en Irak y afirman que la resistencia a la ocupación de EE.UU. es la voluntad del pueblo iraquí. Evidentemente, existe una ruptura en la comunicación entre EE.UU. y la sociedad civil iraquí.

Error Nº 5: Antes de la guerra, funcionarios de la Casa Blanca se involucraron en una furiosa actividad diplomática con varias personalidades de la oposición iraquí, incluyendo a Ahmad Chalabi, jefe del Congreso Nacional Iraquí. Chalabi, un empresario chiíta moderado con ciudadanía de EE.UU., es considerado como la personalidad modelo para un futuro Irak. La administración Bush cree que todos los chiítas emularán a Chalabi y se juntarán para asegurar un futuro más comercial para Irak. Desgraciadamente, EE.UU. no logra ver la apasionada paciencia de la comunidad chiíta iraquí que no ha tenido libertad para expresarse desde el asesinato de Ali, primo y yerno del Profeta Mahoma, hace unos 1.400 años.

Reacción: Los iraquíes, chiítas y sunitas por igual, forman alianzas que fueron impensables hace unos pocos meses. Irak para los iraquíes se convierte en una frase común cuando el pueblo de Irak expresa sorpresa y consternación al ser confrontado con los funcionarios del CNI. Los iraquíes no tienen la menor idea de quién es Chabali ni de quiénes son sus seguidores. El hecho de que todos los hombres de Chalabi en Irak tengan ciudadanía estadounidense, británica y australiana, no promete nada bueno para los iraquíes. Comienzan a sentir que están a punto de imponerles un gobierno autoritario más.

Error Nº 6: Chalabi hace declaraciones, respaldadas por elevados funcionarios de EE.UU., diciendo que Irak jamás será una teocracia y no caerá bajo la jurisdicción de la ley islámica.

Reacción: Los iraquíes comienzan a mostrar pancartas pidiendo que se imponga la ley islámica en el país. "Ni Bush, ni Sadam - Sí, sí al Islam", se convierte en una señal poética de hacia dónde muchos iraquíes sunitas y chiítas quieren que se oriente su nuevo gobierno.

La política exterior de EE.UU. parece orientarse hacia un choque de ideologías con la política interior de Irak.

24 de abril de 2003
[Firas Al-Atraqchi, B.Sc (Physics), M.A. (Periodismo y comunicaciones), es un periodista canadiense con once años de experiencia en los temas del Medio Oriente, los mercados del petróleo y del gas, y la industria de las telecomunicaciones.)
Su correo es: fatraqchi@YellowTimes.org

 

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