Sexta Declaración de la
Selva Lacandona
Ejército Zapatista de Liberación
Nacional
La
Jornada
29
de junio del 2005
Esta es nuestra palabra sencilla que busca
tocar el corazón de la gente humilde y simple como nosotros,
pero, también como nosotros, digna y rebelde. Esta es nuestra
palabra sencilla para contar de lo que ha sido nuestro paso y
en donde estamos ahora, para explicar cómo vemos el mundo
y nuestro país, para decir lo que pensamos hacer y cómo
pensamos hacerlo, y para invitar a otras personas a que se caminan
con nosotros en algo muy grande que se llama México y algo
más grande que se llama mundo. Esta es nuestra palabra
sencilla para dar cuenta a todos los corazones que son honestos
y nobles, de lo que queremos en México y el mundo. Esta
es nuestra palabra sencilla, porque es nuestra idea el llamar
a quienes son como nosotros y unirnos a ellos, en todas partes
donde viven y luchan.
I.- De lo que somos
Nosotros somos los zapatistas del EZLN, aunque
también nos dicen "neozapatistas". Bueno, pues
nosotros los zapatistas del EZLN nos levantamos en armas en enero
de 1994 porque vimos que ya está bueno de tantas maldades
que hacen los poderosos, que sólo nos humillan, nos roban,
nos encarcelan y nos matan, y nada que nadie dice ni hace nada.
Por eso nosotros dijimos que "¡Ya Basta!", o sea
que ya no vamos a permitir que nos hacen menos y nos traten peor
que como animales. Y entonces, también dijimos que queremos
la democracia, la libertad y la justicia para todos los mexicanos,
aunque más bien nos concentramos en los pueblos indios.
Porque resulta que nosotros del EZLN somos casi todos puros indígenas
de acá de Chiapas, pero no queremos luchar sólo
por su bien de nosotros o sólo por el bien de los indígenas
de Chiapas, o sólo por los pueblos indios de México,
sino que queremos luchar junto con todos los que son gente humilde
y simple como nosotros y que tienen gran necesidad y que sufren
la explotación y los robos de los ricos y sus malos gobiernos
aquí en nuestro México y en otros países
del mundo.
Y entonces nuestra pequeña historia es
que nos cansamos de la explotación que nos hacían
los poderosos y pues nos organizamos para defendernos y para luchar
por la justicia. Al principio no somos muchos, apenas unos cuantos
andamos de un lado a otro, hablando y escuchando a otras personas
como nosotros. Eso hicimos muchos años y lo hicimos en
secreto, o sea, sin hacer bulla. O sea que juntamos nuestra fuerza
en silencio. Tardamos como 10 años así, y ya luego
pues nos crecimos y pues ya éramos muchos miles. Entonces
nos preparamos bien con la política y las armas y de repente,
cuando los ricos están echando fiesta de Año Nuevo,
pues les caímos en sus ciudades y ahí nomás
las tomamos y les dejamos dicho a todos que aquí estamos,
que nos tienen que tomar en cuenta. Y entonces pues que los ricos
se dieron su buena espantada y nos mandaron a sus grandes ejércitos
para acabarnos, como de por sí hacen siempre que los explotados
se rebelan, que los mandan acabar a todos. Pero nada que nos acabaron,
porque nosotros nos preparamos muy bien antes de la guerra y nos
hicimos fuertes en nuestras montañas. Y ahí andaban
los ejércitos buscándonos y echándonos sus
bombas y balas, y ya estaban haciendo sus planes de que de una
vez matan a todos los indígenas porque bien no saben quién
es zapatista y quién no es. Y nosotros corriendo y combatiendo,
combatiendo y corriendo, como de por sí hicieron nuestros
antepasados. Sin entregarnos, sin rendirnos, sin derrotarnos.
Y entonces que la gente de las ciudades se sale
a las calles y empieza con su gritadera de que se pare la guerra.
Y entonces pues nos paramos nuestra guerra y lo escuchamos a esos
hermanos y hermanas de la ciudad, que nos dicen que tratemos de
llegar a un arreglo, o sea un acuerdo con los malos gobiernos
para que se soluciona el problema sin matazón. Y pues nosotros
lo hicimos caso a la gente, porque esa gente es como decimos "el
pueblo", o sea el pueblo mexicano. Así que hicimos
a un lado el fuego y sacamos la palabra.
Y resulta que los gobiernos dijeron que sí
se van a estar bien portados y van a dialogar y van a hacer acuerdos
y los
van a cumplir. Y nosotros dijimos que está bueno, pero
también pensamos
que está bueno que conocemos a esa gente que se salió
a las calles para parar la guerra. Entonces, mientras estamos
dialogando con los malos gobiernos, pues también lo hablamos
a esas personas y vimos que la mayoría era gente humilde
y sencilla como nosotros, y ambos entendemos bien por qué
luchamos, o sea ellos y nosotros. Y a esa gente la llamamos "sociedad
civil", porque la mayoría no era de los partidos políticos,
sino que era gente así común y corriente, como nosotros,
gente sencilla y humilde.
Pero resulta que los malos gobiernos no querían
un buen arreglo, sino que nomás era su maña de que
vamos a hablar y hacer acuerdo, y estaban preparando sus ataques
para eliminarnos de una vez. Y entonces pues varias veces nos
atacaron, pero no nos vencieron porque nos resistimos bien y mucha
gente en todo el mundo se movilizó. Y entonces los malos
gobiernos se pensaron que el problema es que mucha gente está
viendo lo que pasa con el EZLN, y empezó su plan de hacer
como si no pasa nada. Y mientras, pues bien que nos rodea, o sea
que nos pone un cerco, y espera que, como de por sí nuestras
montañas están retiradas, pues la gente se olvide
porque está lejos la tierra zapatista. Y cada tanto los
malos gobiernos prueban y nos tratan de engañar o nos atacan,
como en febrero de 1995 que nos aventó una gran cantidad
de ejércitos pero no nos derrotó. Porque, como luego
dicen, no estábamos solos y mucha gente nos apoyó
y nos resistimos bien.
Y pues ya los malos gobiernos tuvieron que hacer
acuerdos con el EZLN y esos acuerdos se llaman "Acuerdos
de San Andrés" porque "San Andrés"
se llama el municipio donde se firmaron esos acuerdos. Y en esos
diálogos no estábamos solitos nosotros hablando
con los del mal gobierno, sino que invitamos a mucha gente y organizaciones
que estaban o están en la lucha por los pueblos indios
de México, y todos decían su palabra y todos sacábamos
acuerdo de cómo vamos a decir con los malos gobiernos.
Y así fue ese diálogo, que no sólo estaban
los zapatistas por un lado y los gobiernos por el otro, sino que
con los zapatistas estaban los pueblos indios de México
y los que los apoyan. Y entonces en esos acuerdos los malos gobiernos
dijeron que sí van a reconocer los derechos de los pueblos
indios de México y van a respetar su cultura, y todo lo
van a hacer ley en la Constitución.
Pero, ya luego que firmaron, los malos gobiernos
se hicieron como que se les olvida y pasan muchos años
y nada que se cumplen esos acuerdos. Al contrario, el gobierno
atacó a los indígenas para hacerlos que se echan
para atrás en la lucha, como el 22 de diciembre de 1997,
fecha en la que el Zedillo mandó matar a 45 hombres, mujeres,
ancianos y niños en el poblado de Chiapas que se llama
Acteal. Este gran crimen no se olvida tan fácil y es una
muestra de cómo los malos gobiernos no se tientan el corazón
para atacar y asesinar a los que se rebelan contra las injusticias.
Y mientras pasa todo eso, pues los zapatistas estamos dale y dale
que se cumplan los acuerdos, y resistiendo en las montañas
del sureste mexicano.
Y entonces empezamos a hablarnos con otros pueblos
indios de México y sus organizaciones que tienen y lo hicimos
un acuerdo con ellos que vamos a luchar juntos por lo mismo, o
sea por el reconocimiento de los derechos y la cultura indígenas.
Y bueno, pues también nos apoyó mucha gente de todo
el mundo y personas que son muy respetadas y que su palabra es
muy grande porque son grandes intelectuales, artistas y científicos
de México y de todo el mundo. Y también hicimos
encuentros internacionales, o sea que nos juntamos a platicar
con personas de América y de Asia y de Europa y de Africa
y de Oceanía, y conocimos sus luchas y sus modos, y dijimos
que son encuentros "intergalácticos" nomás
por hacernos los chistositos y porque invitamos también
a los de otros planetas pero parece que no llegaron, o tal vez
sí llegaron pero no lo dijeron claro.
Pero como quiera los malos gobiernos no cumplían,
y entonces pues hicimos un plan de hablar con muchos mexicanos
para que nos apoyan. Y entonces pues primero hicimos, en 1997,
una marcha a la ciudad de México que se llamó "de
los 1,111" porque iban un compañero o compañera
por cada pueblo zapatista, pero el gobierno no hizo caso. Y luego,
en 1999, hicimos una consulta en todo el país y ahí
se miró que la mayoría sí está de
acuerdo con las demandas de los pueblos indios, pero los malos
gobiernos tampoco hicieron caso. Y ya por último, en 2001,
hicimos la que se llamó la "marcha por la dignidad
indígena" que tuvo mucho apoyo de millones de mexicanos
y de otros países, y llegó hasta donde están
los diputados y senadores, o sea el Congreso de la Unión,
para exigir el reconocimiento de los indígenas mexicanos.
Pero resulta que no, que los políticos
que son del partido PRI, el partido PAN y el partido PRD se pusieron
de acuerdo entre ellos y nomás no reconocieron los derechos
y la cultura indígenas. Eso fue en abril del 2001 y ahí
los políticos demostraron claro que no tienen nada de decencia
y son unos sinvergüenzas que sólo piensan en ganar
sus buenos dineros como malos gobernantes que son. Esto hay que
recordarlo porque ya van a ver ustedes que ahora van a decir que
sí van a reconocer los derechos indígenas, pero
es una mentira que echan para que votemos por ellos, pero ya tuvieron
su oportunidad y no cumplieron.
Y entonces pues ahí lo vimos claro que
de balde fueron el diálogo y la negociación con
los malos gobiernos de México. O sea que no tiene caso
que estamos hablando con los políticos porque ni su corazón
ni su palabra están derechos, sino que están chuecos
y echan mentiras de que sí cumplen, pero no. O sea que
ese día que los políticos del PRI, PAN y PRD aprobaron
una ley que no sirve, pues lo mataron
de una vez al diálogo y claro dijeron que no importa lo
que acuerdan y firman porque no tienen palabra. Y pues ya no hicimos
ningún contacto con los poderes federales, porque entendimos
que el diálogo y la negociación se habían
fracasado por causa de esos partidos políticos. Vimos que
no les importaron la sangre, la muerte, el sufrimiento, las movilizaciones,
las consultas, los esfuerzos, los pronunciamientos nacionales
e internacionales, los encuentros, los acuerdos, las firmas, los
compromisos. Así que la clase política no sólo
cerró, una vez más, la puerta a los pueblos indios;
también le dio un golpe mortal a la solución pacífica,
dialogada y negociada de la guerra. Y también ya no se
puede creer que cumpla los acuerdos a los que llegue con cualquiera.
Ahí lo vean para que saquen experiencia de lo que nos pasó.
Y entonces pues nosotros lo vimos todo eso y
nos pensamos en nuestros corazones que qué vamos a hacer.
Y lo primero que vimos es que nuestro corazón
ya no es igual que antes, cuando empezamos nuestra lucha, sino
que es más grande porque ya tocamos el corazón de
mucha gente buena. Y también vimos que nuestro corazón
está como más lastimado, que sea más herido.
Y no es que está herido por el engaño que nos hicieron
los malos gobiernos, sino porque cuando tocamos los corazones
de otros pues tocamos también sus dolores. O sea que como
que nos vimos en un espejo.
II. De dónde estamos ahora
Entonces, como zapatistas que somos, pensamos
que no bastaba con dejar de dialogar con el gobierno, sino que
era necesario seguir adelante en la lucha a pesar de esos parásitos
haraganes de los políticos. El EZLN decidió entonces
el cumplimiento, solo y por su lado (o sea que se dice "unilateral"
porque sólo un lado), de los Acuerdos de San Andrés
en lo de los derechos y la cultura indígenas. Durante cuatro
años, desde mediando el 2001 hasta mediando el 2005, nos
hemos dedicado a esto, y a otras cosas que ya les vamos a decir.
Bueno, pues empezamos entonces a echarle ganas
a los municipios autónomos rebeldes zapatistas, que es
como se organizaron los pueblos para gobernar y gobernarse, para
hacerlos más fuertes. Este modo de gobierno autónomo
no es inventado así nomás por el EZLN, sino que
viene de varios siglos de resistencia indígena y de la
propia experiencia zapatista, y es como el autogobierno de las
comunidades. O sea que no es que viene alguien de afuera a gobernar,
sino que los mismos pueblos deciden, de entre ellos, quién
y cómo gobierna, y si no obedece pues lo quitan. O sea
que si el que manda no obedece al pueblo, lo corretean, se sale
de autoridad y entra otro.
Pero entonces vimos que los municipios autónomos
no estaban parejos, sino que había unos que estaban más
avanzados y tenían más apoyos de la sociedad civil,
y otros estaban más abandonados. O sea que faltaba organizar
para que fuera más parejo. Y también vimos que el
EZLN con su parte político-militar se estaba metiendo en
las decisiones que le tocaban a las autoridades democráticas,
como quien dice "civiles". Y aquí el problema
es que la parte político-militar del EZLN no es democrática,
porque es un ejército, y vimos que no está bien
eso de que está arriba lo militar y abajo lo democrático,
porque no debe de ser que lo que es democrático se decida
militarmente, sino que debe ser al revés: o sea que arriba
lo político democrático mandando y abajo lo militar
obedeciendo. O tal vez es mejor que nada abajo sino que puro planito
todo, sin militar, y por eso los zapatistas son soldados para
que no haya soldados. Bueno, pero entonces, de este problema,
lo que hicimos fue empezar a separar lo que es político-militar
de lo que son las formas de organización autónomas
y democráticas de las comunidades zapatistas. Y así,
acciones y decisiones que antes hacía y tomaba el EZLN,
pues se fueron pasando poco a poco a las autoridades elegidas
democráticamente en los pueblos. Claro que se dice fácil,
pero en la práctica cuesta mucho, porque son muchos años,
primero de la preparación de la guerra y ya luego mero
de la guerra, y se va haciendo costumbre de lo político-militar.
Pero como quiera
lo hicimos porque es nuestro modo que lo que decimos pues lo hacemos,
porque si no, pues entonces para qué vamos a andar diciendo
si luego no hacemos.
Así fue como se nacieron las juntas de
buen gobierno, en agosto de 2003, y con ellas se continuó
con el autoaprendizaje y ejercicio del "mandar obedeciendo".
Desde entonces y hasta la mitad de 2005, la
dirección del EZLN ya no se metió a dar órdenes
en los asuntos civiles, pero acompañó y apoyó
a las autoridades elegidas democráticamente por los pueblos,
y, además, vigiló que se informara bien a los pueblos
y a la sociedad civil nacional e internacional de los apoyos recibidos
y en qué se utilizaron. Y ahora estamos pasando el trabajo
de vigilancia del buen gobierno a las bases de apoyo zapatistas,
con cargos temporales que se rotan, de modo que todos y todas
aprendan y realicen esa labor. Porque nosotros pensamos que un
pueblo que no vigila a sus gobernantes está condenado a
ser esclavo, y nosotros peleamos por ser libres, no por cambiar
de amo cada seis años.
El EZLN, durante estos cuatro años, también
le pasó a las juntas de buen gobierno y a los municipios
autónomos los apoyos y contactos que, en todo México
y el mundo, se lograron en estos años de guerra y resistencia.
Además, en ese tiempo, el EZLN fue construyendo un apoyo
económico y político que les permita a las comunidades
zapatistas avanzar con menos dificultades en la construcción
de su autonomía y en mejorar sus condiciones de vida. No
es mucho, pero es muy superior a lo que se tenía antes
del inicio del alzamiento, en enero de 1994. Si usted mira uno
de esos estudios que hacen los gobiernos, va a ver que las únicas
comunidades indígenas que mejoraron sus condiciones de
vida, o sea su salud, educación, alimentación, vivienda,
fueron las que están en territorio zapatista, que es como
le decimos nosotros a donde están nuestros pueblos. Y todo
eso ha sido posible por el avance de los pueblos zapatistas y
el apoyo muy grande que se ha recibido de personas buenas y nobles,
que les decimos "sociedades civiles", y de sus organizaciones
de todo el mundo. Como si todas esas personas hubieran hecho realidad
eso de que "otro mundo es posible", pero en los hechos,
no en la pura habladera.
Y entonces los pueblos han tenido buenos avances.
Ahora hay más compañeros y compañeras que
están aprendiendo a ser gobierno. Y, aunque poco a poco,
ya más mujeres se están entrando en estos trabajos,
pero todavía sigue faltando respeto a las compañeras
y que ellas participen más en los trabajos de la lucha.
Y luego, también con las juntas de buen gobierno, ha mejorado
la coordinación entre los municipios autónomos y
la solución de problemas con otras organizaciones y con
las autoridades oficialistas. Y también se mejoró
mucho en los proyectos en las comunidades, y es más parejo
el reparto de proyectos y apoyos que da la sociedad civil de todo
el mundo: se ha mejorado la salud y la educación aunque
todavía falta un buen tanto para ser lo que debe de ser,
igual con la vivienda y la alimentación, y en algunas zonas
se ha mejorado mucho el problema de la tierra porque se repartieron
las tierras recuperadas a los finqueros, pero hay zonas que siguen
sufriendo por falta de tierras para cultivar. Y luego pues se
mejoró mucho el apoyo de la sociedad civil nacional e internacional,
porque antes cada quien iba para donde más le latía,
y ahora las juntas de buen gobierno las orientan a donde es más
necesario. Y, por lo mismo, en todas partes hay más compañeros
y compañeras que están aprendiendo a relacionarse
con las personas de otras partes de México y del mundo,
están aprendiendo a respetar
y a exigir respeto, están aprendiendo que hay muchos mundos
y que todos tienen su lugar, su tiempo y su modo, y así
hay que respetarse mutuamente entre todos.
Bueno, pues nosotros los zapatistas del EZLN
nos dedicamos ese tiempo a nuestra fuerza principal, o sea a los
pueblos que nos apoyan. Y pues algo sí se ha mejorado la
situación, o sea que no hay quien diga que de balde fue
la organización y la lucha zapatistas, sino que, aunque
nos acaben completamente, nuestra lucha sí sirvió
de algo.
Pero no sólo se crecieron los pueblos
zapatistas, sino que también se creció el EZLN.
Porque lo que pasó en este tiempo es que nuevas generaciones
renovaron toda nuestra organización. O sea que como que
le metieron nueva fuerza. Los comandantes y comandantas, quienes
estaban en su madurez en el inicio del alzamiento en 1994, tienen
ahora la sabiduría de lo aprendido en la guerra y en el
diálogo de 12 años con miles de hombres y mujeres
de todo el mundo. Los miembros del CCRI, la dirección político-organizativa
zapatista, ahora aconsejan y orientan a los nuevos que van entrando
en nuestra lucha, y a los que van ocupando cargos de dirección.
Ya tiene tiempo que los "comités" (que es como
les decimos nosotros) han estado preparando toda una nueva generación
de comandantes y comandantas que, después de un periodo
de instrucción y prueba, empiezan a conocer los trabajos
de mando organizativo y a desempeñarlos. Y pasa también
que nuestros insurgentes, insurgentas, milicianos, milicianas,
responsables locales y regionales, así como las bases de
apoyo, que eran jóvenes en el inicio del alzamiento, son
ya hombres y mujeres maduros, veteranos combatientes y líderes
naturales en sus unidades y comunidades. Y quienes eran niños
en aquel enero de 94, son ya jóvenes que han crecido en
la resistencia, y han sido formados en la digna rebeldía
levantada por sus mayores en estos 12 años de guerra. Estos
jóvenes tienen una formación política, técnica
y cultural que no teníamos quienes iniciamos el movimiento
zapatista. Esta juventud alimenta ahora, cada vez más,
tanto nuestras tropas como los puestos de dirección en
la organización. Y, bueno, todos nosotros hemos visto los
engaños de la clase política mexicana y la destrucción
que sus acciones provocan en nuestra patria. Y hemos visto las
grandes injusticias y matazones que hace la globalización
neoliberal en todo el mundo. Pero de eso les decimos más
luego.
Así el EZLN ha resistido 12 años
de guerra, de ataques militares, políticos, ideológicos
y económicos, de cerco, de hostigamiento, de persecución,
y no nos han vencido, no nos hemos vendido ni rendido, y hemos
avanzado. Más compañeros de muchas partes se han
entrado en la lucha, así que, en lugar de que nos hacemos
más débiles después de tantos años,
nos hacemos más fuertes. Claro que hay problemas que se
pueden resolver separando más lo político-militar
de lo civil-democrático. Pero hay cosas, las más
importantes, como son nuestras demandas por las que luchamos,
que no se han logrado cabalmente.
Según nuestro pensamiento y lo que vemos
en nuestro corazón, hemos llegado a un punto en que no
podemos ir más allá y, además, es posible
que perdamos todo lo que tenemos si nos quedamos como estamos
y no hacemos nada más para avanzar. O sea que llegó
la hora de arriesgarse otra vez y dar un paso peligroso pero que
vale la pena. Porque tal vez unidos con otros sectores sociales
que tienen las mismas carencias que nosotros, será posible
conseguir lo que necesitamos y merecemos. Un nuevo paso adelante
en la lucha indígena sólo es posible si el indígena
se junta con obreros, campesinos, estudiantes, maestros, empleados...
o sea los trabajadores de la ciudad y el campo.
(Continuará...)
Desde las montañas del Sureste Mexicano
Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia
General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
México, en el sexto mes del año
de 2005.
Los
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José, Costa Rica.
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