Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Ejército del Pueblo
FARC-EPComisión Internacional
Montañas de Colombia, abril de 2003
¡Nuestra patria es América! (Simón Bolívar)
Al no ser propicias las condiciones para estar físicamente con
ustedes, hacemos presencia en tan importante evento, con este
documento y los acompañamos de corazón. Reciban pues, desde las
montañas de Colombia, el saludo cálido y bolivariano de las FARC-
Ejército del Pueblo.
Expresamos nuestra solidaridad con el pueblo de Irak, que resiste la
agresión infame de los Estados Unidos e Inglaterra, en su nuevo
intento de apropiarse del petróleo y fortalecer su predominio
geoestratégico.
Condenamos la actitud indigna y carente de sentido de patria del
fascista Álvaro Uribe Vélez, Presidente ilegítimo de Colombia, al
apoyar la invasión imperial, contrariando la voluntad popular. Al
tiempo que apoya la intervención gringa en lejanas tierras, solicita
el despliegue de tropas yanquis en Nuestra América, grave amenaza
para los países de la región. Nos oponemos a la utilización de
Colombia como soporte de la geopolítica del imperio en su intento
por detener los avances de nuestras luchas libertarias.
Por tanto, reiteramos nuestra irrestricta solidaridad con la
Revolución Bolivariana de Venezuela, dirigida por el Presidente Hugo
Chávez Frías; con la Cuba Socialista de Fidel, estandarte de
revolución y dignidad; con Brasil y con Ecuador, cuyos pueblos
manifestaron su rebeldía al elegir a Lula y a Lucio Gutiérrez, como
sus Presidentes.
Países erigidos hoy en ejemplo de alternativas populares a las
políticas de la Casa Blanca. Nuestra solidaridad igualmente con los
pueblos de Bolivia, Argentina, Paraguay, Uruguay, Perú, Chile,
Centroamérica y el Caribe, que luchan de diferentes maneras por su
progreso y autodeterminación.
"Los Estados Unidos parecen llamados por la providencia para plagar
la América de hambre y de miseria en nombre de la libertad".
La realidad ha demostrado la certeza de esta percepción de Simón
Bolívar, El Libertador. Las directrices impuestas por los organismos
financieros internacionales mantienen las políticas neoliberales
como carta de navegación, para seguir el impune robo de las riquezas
naturales, expropiar a nuestros pueblos con las privatizaciones y
garantizar su inmisericorde explotación. Nos estrangulan, además,
con la impagable deuda externa.
Washington centra ahora su ambición sobre el agua y la biodiversidad
del continente y desarrolla planes de guerra contra nuestros
pueblos, como el Plan Colombia y su complemento la Iniciativa
Regional Andina, a los que se une como instrumento expoliador el
Plan Puebla Panamá; todos parte del ALCA, carta estratégica de
dominación que nos quieren imponer.
Ante esta situación, es innegable la vigencia del pensamiento
social, antiimperialista y de unidad latinoamericana del Libertador
Simón Bolívar. "Nuestra patria es América" y nos enfrentamos a la
obligación histórica de construirla, para encarar unidos la lucha
contra el enemigo común, el imperio estadounidense. Llamamos a la
conformación del Frente Antiimperialista de Nuestra América.
En Colombia libramos una guerra por la liberación nacional, por la
segunda y definitiva independencia. De un lado las mayorías
nacionales: El pueblo y sus organizaciones. Del otro, el Imperio, la
clase dominante, su Estado terrorista, con sus Fuerzas Armadas
Oficiales y sus paramilitares.
En este conflicto, la propaganda y desinformación se constituyen en
arma de la oligarquía para desvirtuar la verdad. En nuestra lucha
por ejercer soberanamente y con dignidad el derecho a la justicia
social y a la autodeterminación, hemos sido objeto de diversas
calumnias, que han utilizado en diferentes momentos.
Primero nos señalaron como avanzada y cabeza de playa del comunismo
internacional, para justificar la intervención gringa y el ataque a
Marquetalia, en 1964, acusación propia de la guerra fría, cuyo
fracaso lo demostró la historia.
Tiempos después nos acusaron de narcotraficantes, en un intento por
desvirtuar el carácter político de nuestra organización. El mundo
sabe que las FARC-EP nada tienen que ver con el narcotráfico, tal
como lo constataron decenas de embajadores en la Audiencia Pública
Internacional Sobre Cultivos Ilícitos y Medio Ambiente, realizada en
junio del 2000.
En este evento, nuestro Comandante en Jefe Manuel Marulanda Vélez,
presentó un fundamentado Proyecto de Sustitución de Cultivos
Ilícitos, que jamás tuvo respuesta del gobierno central.
Antes, un Pleno del Estado Mayor Central había propuesto la
legalización del consumo de los psicotrópicos, como única forma de
acabar con la mafia del narcotráfico, tal como ocurrió en el pasado
con las del tabaco y el alcohol. Pero tampoco hubo respuesta del
gobierno, porque lo que se necesita es el pretexto para la
intervención directa de los Estados Unidos en el conflicto interno
de Colombia.
Somos pueblo alzado en armas contra un régimen opresor. Somos fuerza
beligerante, una organización político militar en lucha por el
poder. No somos terroristas. Los verdaderos terroristas están en la
Casa Blanca y en el Palacio de Nariño. Ellos señalan como
terroristas a quienes se oponen a sus políticas oprobiosas, se
levantan contra el sistema, les duele la patria, defienden sus
derechos y luchan por mejores condiciones de vida.
Insisten en nuestra presencia en países vecinos, con el calculado
propósito de crearles dificultades a sus gobiernos. Las FARC-
Ejército del Pueblo reiteran en este evento su política de
fronteras: Somos respetuosos de la soberanía, la integridad
territorial y la autodeterminación de los pueblos. No incursionamos
militarmente ni realizamos operaciones financieras fuera del
territorio nacional. Propenden por unas relaciones pacíficas y de
respeto recíproco en las zonas limítrofes.
Nuevamente hacemos saber que en desarrollo de un eventual canje de
prisioneros de guerra las FARC-EP están dispuestas a dejar en
libertad a los 47 oficiales y suboficiales del ejército y la policía
en su poder, a los seis parlamentarios, los doce diputados
regionales, los exministros de Defensa y Desarrollo, el gobernador
de Antioquia, el exgobernador del Meta, la excandidata presidencial
Ingrid Betancur y los tres agentes de la CIA hechos prisioneros
luego del derribamiento de un avión norteamericano que adelantaba
labores de contrainsurgencia en el sur del país.
Como contraprestación el Estado colombiano debe liberar a todas las
guerrilleras y a todos los guerrilleros privados de la libertad en
las cárceles oficiales. En todas sus etapas el canje se realizará en
Colombia en una zona previamente desmilitarizada.
Nuestra voluntad de paz es indeclinable. Seguimos dispuestos a
retomar el proceso de paz con un gobierno que realmente esté
interesado en resolver las causas que han generado el conflicto.
Para ello consideramos necesario acabar con el paramilitarismo como
política de Estado; desmilitarizar los departamentos de Caquetá y
Putumayo, como nuevo escenario de las conversaciones; retomar la
Agenda Común por el Cambio hacia la Nueva Colombia; suspender el
calificativo de narcoterroristas que utilizan funcionarios del
Estado contra nuestra organización y garantizar la participación en
ellas de las organizaciones sociales y populares.
Igualmente, ante la grave crisis de nuestro país y la incapacidad
demostrada por la oligarquía para solucionarla en beneficio del
pueblo, estamos convocando a los sectores sociales, fuerzas,
movimientos y colombianos opuestos al fascismo de Uribe Vélez, a la
conformación de un gobierno democrático y antineoliberal, que con un
programa de paz se constituya en poder alterno para conducir al país
por los caminos de la esperanza, la soberanía y la justicia social.
Este Nuevo Gobierno, estará integrado por 12 colombianos
representantes de todas las regiones del país y todos los sectores
que se identifiquen con la Plataforma de 10 Puntos para una Nueva
Colombia y que en principio adelantará su actividad clandestinamente
hasta lograr la fuerza para desarrollarla de cara a todo el país.
Mantenemos en alto nuestras armas y banderas. Trabajamos por
desarrollar alternativas encaminadas a potenciar y organizar la
lucha de colombianos y colombianas impulsando la construcción del
Partido Clandestino, las Milicias y el Movimiento Bolivariano Por la
Nueva Colombia.
Brindamos y concitamos la solidaridad con los pueblos. Estos sabrán
organizarse en la lucha por construir un mundo mejor superando las
inmundicias del capitalismo y su política neoliberal. Un mundo
diferente es posible.
¡Nuestra patria es América!
¡Contra los planes imperiales Unidad y lucha de Nuestra América!
Contra el imperialismo por la patria
Contra la oligarquía por el pueblo
Hasta la victoria final somos FARC-EP
Bolivarianamente
Comisión Internacional
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Ejército del Pueblo
FARC-EPMontañas de Colombia, abril de 2003