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Don Pepe revive en la oposición al TLC

María Flórez-Estrada

Semanario Universidad

28 de setiembre del 2006



Celebran 100 años de su nacimiento


Y el líder histórico de la socialdemocracia costarricense, José Figueres Ferrer, aquel quien fuera mirado con sospecha por Washington, y con odio por los dictadores de Centroamérica y el Caribe, el constructor de la "sociedad de oportunidades" y del "bienestar del mayor número", en que se convirtió Costa Rica durante la segunda mitad del siglo XX, contra el desprecio y la labor de zapa de la siempre acechante oligarquía, pareció, efectivamente, resucitar de entre sus cenizas, para involucrarse en el debate político que divide al país.

Ocurrió en su finca, La Lucha Sin Fin, en las montañas de San Cristóbal, el pasado 25 de setiembre, cuando a la celebración del centenario de su nacimiento concurrieron, convocados por su inocultable peso histórico, políticos que hoy, como en el cisma del 48, se encuentran ya no solo en aceras opuestas, sino confrontadas.

De un lado, se vio, por ejemplo, a Richard Beck, uno de los constructores, aunque del modelo neoliberal; Fernando Berrocal, liberacionista, Ministro de Gobernación y Seguridad de la administración que quiere pasar a la historia como la que convirtió a los servicios de electricidad y telecomunicaciones en mercancías de lucro, mediante el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (TLC), y la actual diputada del PLN, Maureen Ballestero.

Del otro, a los expresidentes Luis Alberto Monge y Rodrigo Carazo; Ottón Solís, líder de la segunda fuerza electoral -segunda, por apenas unos 18 mil votos-; el excandidado presidencial del PLN, Rolando Araya; el escritor Alberto Cañas, exliberacionista, hoy en el PAC; Josette Altman, ex-Primera Dama y también crítica del PLN; Mariano Figueres, hijo del caudillo, que se quedó para "retomar las banderas"; Rufino Gil, uno de los fundadores de la banca pública; Rodrigo Madrigal Montealegre, politólogo que en su juventud vivió cerca de don Pepe esa época de "pasión y odios", como describió al 48. Y brillando, por ausente, el otro expresidente Figueres.

Porque ese fue el aire y el tono de la reunión: Costa Rica está, nuevamente, dividida. Pero, más significativo aún, ahora que en la Asamblea Legislativa, el PLN quiere poner fin a la escucha de opiniones sobre el TLC, y el Gobierno quiere aprobarlo, a la fuerza en diciembre, es decir, cuando las mentes y los corazones de la población estén distraídos por otros "opios", hay una mitad diversa, pero por eso mismo amplia, que ya tomó la decisión de plantarse para impedir que se termine de "deshacer" aquel país que una vez logró ser. (Ver notas adjuntas).

Quizás por eso, el tronar de los balazos al aire, disparados por dos nietos de don Pepe y los hijos adolescentes del exsecretario general del Partido Liberación Nacional, Luis Guillermo Solís, durante la parte del homenaje que tuvo lugar al pie de la tumba de Figueres, sacudieron a los presentes, a la vez por la conciencia de la fuerte discordia política que agita al país, y de convicción en cuanto a que todavía es posible evitar una confrontación social.

"Muchos de los combatientes del 48 tenían la edad de ellos cuando se alzaron en armas, 14 y 15 años. Hay una generación de relevo que está dispuesta a seguir las enseñanzas que dejaron para el país tanto la guerra como la construcción de la Segunda República. Es un relevo generacional simbólico que queríamos enfatizar", comentó Solís.

Durante la parte académica de la celebración, Carlos Murillo, Felicia Cuevas y Daniel Camacho, catedráticos universitarios, resaltaron las grandes transformaciones económicas, sociales y políticas del país, que Figueres lideró después del 48.

Luego, don Pepe recibió, en la persona de su hijo Mariano, la medalla de la Fundación Emiliano Zapata, de manos Margarita Zapata, nieta del campesino mexicano que tempranamente logró la reforma agraria en ese país. Mientras, excombatientes del 48, hombres y mujeres, se turnaban la guardia de las banderas de Costa Rica y Calatunya, la otra patria de los Figueres.

El cierre político estuvo a cargo del expresidente Luis A. Monge, para quien existe un paralelo entre el patriota Juanito Mora, en el siglo XIX, y José Figueres, el "único hombre universal" de la Costa Rica del siglo XX. Ante ambos juró luchar contra los "nuevos filibusteros y sus cómplices" y por restituir plenamente la Constitución Política, en una nueva alusión crítica al procedimiento utilizado para permitir la reelección de Óscar Arias.

Al llegar a La Lucha, el camino estuvo bordeado por muchachas y chicos que agitaban banderas nacionales del país que abolió el ejército y juró cambiarlo definitivamente por educación, justicia social y paz… Y parecían creer que esto todavía es posible.

Ministro Fernando Berrocal:

"Don Pepe estaría de acuerdo con nosotros"

"Pienso que don Pepe estaría de acuerdo con las posiciones que estamos defendiendo, que son decisiones para insertar a Costa Rica en la economía internacional. Pero a don Pepe no se le puede tocar. A mí me da miedo siquiera ponerme a pensar qué estaría él pensando."

Rodrigo Madrigal Montealegre, politólogo:

"Vamos a una guerra civil incruenta"

"Es una profanación lo que están haciendo con el TLC. Obviamente, existe el propósito de entregar el ICE. Antes intentaron la privatización, pero se desprestigió en toda América Latina. Resultó un reparto entre amigotes y transnacionales. Como eso se desprestigió, ahora hablan de la apertura, que consiste en meter en una jaula al ICE amarrado con una camisa de fuerza, contra un contrincante que le quiebre el espinazo. Es peor que la privatización, porque es destruir, devastar una obra extraordinaria. Y yo creo que don Pepe no aceptaría jamás una cosa de estas.
Me tocó vivir el 48. Fueron años de gran pasión, de muchos odios, y el país estuvo dividido. Y me duele verlo dividido nuevamente. Nosotros vamos a eso, a una especie de guerra civil, tal vez no sangrienta, incruenta. Esto nos lleva a un enfrentamiento parecido. Y me duele, porque innecesariamente nos conducen a una polarización social, económica. Deberían reflexionar, deberíamos evitar esta división que puede conducir a un enfrentamiento muy serio. Y volver a crear otra vez la Costa Rica próspera que nos dejó don Pepe. Esa democracia tridimensional: política, económica y social. Hacia eso íbamos. Se ha retrocedido en forma irresponsable. Están cavándole la tumba a nuestra democracia."

José Miguel Corrales, excandidato presidencial:

"Lo que ayer eran balas, hoy es referendo"

"Don Pepe tuvo una frase, el 1 de marzo del año 48 que, guardadas las proporciones, creo que la aplicaría sin duda alguna. Cuando matan al doctor Valverde Vega, existen los discursos de rigor: hablan don Otilio, don Mario Echandi, don Fernando Lara, de último don Pepe y dice: "Esto, solo con balas se arregla. Yo me alzo en armas, quien quiera acompañarme, me alzo en armas en La Lucha, y aquí las palabras sobran."
Hoy no son armas, son otros medios que tiene el pueblo costarricense para hacer respetar su voluntad. Una de esas armas es el referendo. Si el pueblo quiere y aprueba lo que hace el Gobierno, bueno, se aprueba y se acabó. Pero es el pueblo. Es el dueño de las cosas que tiene este país. Pero si no, los gobernantes de turno deben respetar la voluntad del pueblo. Lo que ayer eran balas, hoy es el Estado de Derecho. Son las soluciones civilizadas que da el derecho para los problemas de los pueblos. Figueres Ferrer sería el primero en estar defendiendo esta Patria."

Hilda Ulloa Osma, excombatiente del 48:

"¡Los manda al diablo!"

"Como estudiante, participé en la huelga de brazos caídos, estuvimos alzando a la gente. Con la revolución, ayudé muchísimo. Cuando vino ya la entrada (a la capital), con los comedores, con todo. ¿Qué haría don Pepe con el TLC y la apertura del ICE? ¡Los mandaría al diablo!".


Rufino Gil, economista:

"¡Dios quiera no se arme otra revolución!"

"Yo, por formación recibida de don Pepe y de don Rodrigo Facio, y más de 60 años que llevo dentro de todo esto, no creo en ventas ni en aperturas, porque los equilibrios económicos y sociales que vivió Costa Rica se debieron a la autonomía de las instituciones, dueño el país, que equilibra la invasión de las transnacionales. ¿A quién pertenece la banca privada en Costa Rica? A extranjeros. Como lo dijo muy bien don Pepe, necesitamos una inversión, pero no el avasallamiento de los nuestros.
Hay que tener mucho cuidado, porque ahora creo que andamos en lo mismo. Guardadas las proporciones y el momento histórico, creo que andamos en lo mismo. ¡Dios libre nos vendan, nos abran o entreguen las instituciones autónomas! Hay que tener mucho cuidado. Claro, yo sé que a mí me cargan por eso. Y no creo en el TLC tampoco. No puede pasar el TLC. Eso nos puede traer unos conflictos tremendos, enormes en este país. Y Dios quiera, ya que estamos aquí en La Lucha, que no se arme otra revolución. Yo no quiero ver eso. Pero si no ceden los que tienen la papa en la mano y creen que con el TLC van a tener una Costa Rica más feliz y más próspera que con el Estado Social o que con el paraíso…mucho cuidado."

Luis Guillermo Solís, exsecretario general del PLN:

"Queremos prosperidad, pero con justicia"

"Se abre una brecha insalvable entre la justicia social y el progreso, y se pone Costa Rica en venta al mejor postor, un país entero. Recuerdo a Figueres cuando decía que queremos avanzar hacia la construcción de una sociedad de oportunidades crecientes. No es otra que una sociedad de oportunidades crecientes para los jóvenes y niños que nos recibieron hoy al entrar, no es una sociedad donde el pequeño productor ya no tiene cabida, donde el agricultor es excluido y donde el joven universitario es convocado únicamente para que piense en inglés, cuando le pagan salarios en español.
Queremos una Costa Rica próspera y justa. Si hemos de recordar a Figueres, es en tratar de construirla con el mismo ánimo con que él en su momento la construyó."

Alberto Cañas, escritor:

"Don Pepe habría sacado un TLC decente"

"Él nunca estuvo a favor del libre comercio. Lo que siempre dijo fue que eso era una engañifa, porque nunca había habido libre comercio. Y, además, don Pepe aspiraba a proteger al agricultor costarricense. El TLC es para liquidarlo.
Yo estoy seguro de que estaría abiertamente en contra. Es más, don Pepe diría: "Mire, nosotros somos tan distintos a Centroamérica, que un tratado comercial con Estados Unidos debe ser solo con Costa Rica". Esa sería la tesis de don Pepe. Porque no nos vamos a poner a competir con América Central en salarios. Nos veríamos fregados. Estoy seguro de que don Pepe desde el principio hubiera dicho que el tratado fuera con Costa Rica, y habríamos sacado un tratado decente. Pero, como no había gobernante, no había voluntad política.
Se hizo en el gobierno de Abel Pacheco, pero desde el gobierno de Miguel Ángel Rodríguez. Es un tratado de Miguel Ángel Rodríguez."

Ottón Solís, excandidato presidencial :

"Jamás hubiese aceptado un TLC"

"Él fue un hombre pragmático, no fue un ideólogo guiado por ataduras. Él estudiaba la realidad nacional y la realidad mundial, y a partir de allí hacía propuestas. Y jamás don Pepe hubiese aceptado un TLC que se deriva del ideologicismo más superficial. El neoliberalismo, al igual que el comunismo, trata de imponer recetas universales en países disímiles. Esto es la antítesis del estudio y de la reflexión local. El TLC es el mismo para Marruecos, Nicaragua, Guatemala y Costa Rica, porque se deriva de la ideología, del recetario ideológico, igual que el comunismo trataba de poner en práctica el mismo recetario en Alemania, en la India, en América Latina.
Por otra parte, don Pepe supo que Costa Rica era diferente y jamás hubiese aceptado la centroamericanización de Costa Rica, y jamás hubiese puesto dicho que como Nicaragua ya aprobó un TLC, eso es señal de que Costa Rica debe hacerlo.
Tomó las reformas de Calderón Guardia y, sin ninguna mezquindad, y sin restarle méritos, las incorporó en todos los esfuerzos de cambio institucional que hizo. Creo que ellos dos, Calderón Guardia y Figueres Ferrer hicieron esta gran Costa Rica. Después vino una generación de personas apenadas de nuestra historia, esa generación que nos ha gobernado en los últimos 30 años, que trata de persuadirnos de que Costa Rica es un error histórico, en lugar de ver que debíamos mejorar lo establecido y seguir enfrentando con estudio y constructivamente, ese enorme desafío de la humanidad que es lograr el balance apropiado entre libertad y justicia. Y en ese balance nos hemos quedado perdidos al lado de la libertad. En un mundo de multinacionales, eso significa crear políticas para las multinacionales."

Rolando Araya, excandidato presidencial del PLN:

"Muchas banderas botadas en el camino"

"Hay muchas banderas botadas en el camino. El pueblo de Costa Rica, consciente y seguro de sí mismo, con fe en su porvenir, debe recoger las banderas que ondearon gloriosas en las montañas de San Cristóbal, y sumarse a los agricultores, a los trabajadores, a las organizaciones sociales de este país, que valerosamente están combatiendo el TLC con Estados Unidos, porque don Pepe estaría aquí con nosotros."


Mariano Figueres, hijo de don Pepe, exmiembro del PLN:

"Las herramientas cambian, pero no los principios"

"¡Qué falta hace don Pepe! La Costa Rica de hoy, ciertamente, no es esa Costa Rica que deseaba y por la cual don Pepe tanto trabajó. Porque tenemos ya mucho tiempo de poner lo económico por encima de los valores y la cultura, de poner lo económico sobre lo social. Y no vemos hoy una sociedad de oportunidades como la que quiso don Pepe. Preocupa ver situaciones como que el río Virilla sea una frontera entre las necesidades de Rincón Grande de Pavas y Miami de Escazú. Es una situación explosiva, a la cual le tenemos que poner muchísimo cuidado.
Y es que hemos perdido esa capacidad visionaria y esa habilidad de forjar nuestro propio destino. Y hemos adoptado modelos ajenos a nuestra idiosincrasia. Antes se llamaban FMI y ahora se llaman TLC. Y esos son los planes de gobierno que nos recetan.
No aceptamos que nos vengan a llamar "trasnochados izquierdosos". Nos dicen que los tiempos cambian, y que hay que adecuarse. Estoy de acuerdo en que las herramientas cambian, pero no los principios. Entonces, si tener por objetivo la eliminación de la pobreza creando una sociedad de oportunidades -lo cual debe ser un juramento inclaudicable-, es motivo de que nos digan de izquierdas, pues entonces aquí nos declaramos izquierdistas.
Queremos un Estado pequeño, pero muy fuerte, un Estado solidario, altamente interventor en la estrategia nacional y en la distribución de las oportunidades en el país. La empresa privada debe ser la encargada de generar la riqueza, y el Estado debe apoyarla de lleno. Pero, esa empresa privada debe entender su responsabilidad, su compromiso, con la sensibilidad social y entender que somos concesionarios de los recursos de la producción y que jamás somos dueños de esos recursos."

Albino Vargas, secretario general de ANEP:

"Polarización ya no es solo social"

"Estamos llegando a altos niveles de polarización, ya no sociales sino políticos. Hay un despertar de sectores cívicos y políticos que van a alimentar la lucha de los sectores sociales. Hay mucho sector empresarial nacional, también, que se ha dado cuenta de que está condenado a extinguirse más rápido de lo que pensaban con el tipo de TLC que nos quieren imponer. Y es muy importante porque las bases ideológicas de la derrota del TLC están en nosotros mismos, las generaciones costarricenses que fuimos construidos por la obra de costarricenses que siempre lucharon porque Costa Rica fuera una sociedad diferente, un país distinto."