Esta guerra no funciona

Peter Arnett, Premio Pulitzer

Nota del periodista despedido de la cadena estadounidense NBC

Daily Mirror

3 de abril del 2003

Traducido para Rebelión por Germán Leyens

Todavía estoy bajo conmoción y espanto por haber sido despedido. Existe una enorme sensibilidad dentro del gobierno de EE.UU. respecto a los informes que provienen de Bagdad.

No quieren que las organizaciones noticiosas creíbles informen desde aquí porque les presenta inmensos problemas.

Informé sobre el bombardeo original para NBC y estábamos a media milla de esas masivas explosiones. Ahora estoy realmente conmocionado por no seguir informando sobre esta historia para EE.UU. y espantado por el hecho de que haya sucedido realmente.

Que de un día al otro mi exitosa carrera de periodista de NBC haya sido convertida en cenizas. ¿Y por qué?

Porque declaré algo obvio para la televisión iraquí, que los planes de guerra de EE.UU.

habían quedado a mitad de camino.

He hecho esos comentarios ante estaciones de televisión en todo el mundo y ahora los hago de nuevo en el Daily Mirror.

No estoy furioso. No estoy llorando. Pero estoy también espantado ante este fenómeno mediático.

Los medios y políticos de derecha buscan cualquier oportunidad para criticar a los reporteros que están aquí, sea cual fuere su nacionalidad. Cometí ese error de juicio que les dio la oportunidad de hacerlo.

Di una entrevista improvisada a la televisión iraquí pensando que después de cuatro meses entrevistando a cientos de ellos, sólo era un asunto de cortesía profesional darles algunos comentarios.

Ése fue mi Waterloo -¡Bang!

No he decidido todavía qué hacer, si hacer mis valijas y abandonar Bagdad, o quedarme.

Decidiré qué hacer hoy, ahora mismo estoy digiriendo lo que me ha sucedido.

Pero pase lo que pase jamás dejaré de informar sobre la verdad de la guerra, esté en Bagdad o en algún otro sitio en el Medio Oriente - o de vuelta en Washington.

Estuve aquí en 1991 y los bombardeos son muy similares a ese conflicto, pero la realidad es muy diferente.

EE.UU. y Gran Bretaña quieren venir aquí, apoderarse de la ciudad, derrocar el gobierno y llevarnos a una nueva era. Las tropas están en el país y combatiendo para llegar acá. Crea una atmósfera muy diferente.

El partido Baaz, dirigido actualmente por Sadam Husein, ha estado en el poder durante 34 años. Tarik Aziz me dijo que EE.UU. tendrá que lavar el cerebro de 25 millones de iraquíes porque esta gente piensa exactamente lo mismo que Sadam.

Tal vez se equivoque, tal vez no.

Durante meses, los iraquíes han dicho oficialmente y en privado: "Combatiremos a los estadounidenses, utilizaremos tácticas de guerrillas, los sorprenderemos".

Pero la oposición iraquí ha dicho: "Esto será facilísimo, todos quieren rebelarse contra Sadam".

Ahora la realidad se está demostrando en el campo de batalla.

Tenemos que contemplan la realidad ahora y algunos iraquíes están combatiendo y el gobierno parece muy decidido. Para mí, ver eso y ser criticado por decir lo obvio es injusto.

Pero me ha convertido en un objetivo por mis críticas en EE.UU. que me acusa de ayudar y reconfortar al enemigo.

No quiero ayudar y reconfortar al enemigo - sólo quiero poder decir la verdad.

Vine a Bagdad con mi equipo porque también el lado iraquí necesita que se le escuche.

Es evidente que el plan de acción original de que EE.UU. estaría en Bagdad a fines de marzo ha quedado a mitad de camino.

También es evidente que en EE.UU. hay discusión al respecto, que se está enviando refuerzos y que hay demoras.

Esto no significa que las cosas vayan mal. Cada víctima es una pérdida y hasta ahora ha habido una cantidad limitada.

Cada noche y cada día escucho a los B-52 y a los misiles martillando las defensas de Bagdad.

Igual que en Afganistán y Vietnam, EE.UU. está trayendo un enorme poder de fuego con lo que cree que va a demoler a los iraquíes. Lo he visto antes y ha sido enormemente efectivo. El optimismo de EE.UU. se justifica.

Por otra parte, ¿a qué costo para los civiles?

Durante la ofensiva del Tet en Vietnam, entré a una ciudad capturada por EE.UU. que había sido totalmente destruida.

El Vietcong había entrado en acción y amenazaba el edificio del comandante, así que pidió una barrera de artillería que mató a muchos de sus propios hombres.

El mayor que nos acompañaba preguntó: "¿Cómo pudo suceder?" Un soldado respondió: "Señor, tuvimos que destruir la ciudad para salvarla".

La administración de Bush y Blair no quiere que esta guerra lleve esa etiqueta, para ellos es una liberación. Pero el problema es que los marines de EE.UU. en los puestos de control sospechan de todo hombre, mujer y niño, debido a la bomba suicida.

Ya crece la sospecha.

Y en el sur, no ha habido rebeliones y levantamientos populares. A medida que crece la batalla por Bagdad, el potencial de víctimas civiles aumenta.

Es el espectro que crece a medida que esta guerra continúa. EE.UU. y Gran Bretaña tienen que enfrentarlo.

Y no pienso que se pueda decir ahora cuándo va a terminar, hay muchas posibilidades. Un cerco de Bagdad... un ataque de operaciones especiales contra Sadam. Los optimistas en el Pentágono hablan de un golpe interno.

¿Quién hubiera pensado que Umm Qasr resistiría seis días o que un ataque suicida iba a matar a marines de EE.UU. dirigiendo el tránsito? Se parece más a Cisjordania y a Gaza y podría llegar a lo mismo en algunas áreas.

EE.UU. y Gran Bretaña deben evitar esa posibilidad.

Las fuerzas llegan, las comunidades resisten, luego vienen los atentados suicidas y la resistencia de las guerrillas.

Excepto que los iraquíes van a presentar una lucha más dura que los palestinos porque están mejor armados.

Sabemos que el mundo, y muchos estadounidenses, es ambivalente sobre esta guerra y pienso que es esencial estar aquí.

No estoy aquí para ser un superstar. He estadio aquí en 1991 y nunca podría llegar a ser mayor que eso.

Algunos reporteros presentan opiniones pero no es mi estilo. Yo presente los dos lados e informo sobre lo que veo con mi propios ojos.

No culpo a NBC por su decisión porque se vieron bajo gran presión comercial externa.

Y ciertamente no creo que la Casa Blanca haya sido responsable por mi despido. Pero quiero presentar la historia lo mejor que pueda, lo que hace que mi despido sea tan frustrante.


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