A un año de gobierno:

¿Debemos darle un tiempo más a Lula?

Zanini H.

Guevara Home.org

Diciembre del 2003



Hemos escuchado en los últimos meses (desde enero, para ser exacto) a los electores que afirman que debemos "esperar un tiempo más". Ahora, más recién, escuchamos disculpas como "son sólo once meses..."; "esta política viene de siglos, no se puede cambiar de una hora para otra..."; "en el próximo año todo será distinto..."; etc. No logramos, sin embargo, por más que busquemos, encontrar a alguien que diga "estoy satisfecho con el gobierno Lula".

A menos que sea banquero, latifundista, especulador o tenga un cargo en el gobierno federal, nadie puede estar satisfecho con la profundización de la política de implantación de las medidas neoliberales dictadas por el gran capital. Nadie bien intencionado, atento y preocupado con las condiciones sociales de este país (a menos que sea ingenuo), puede estar de acuerdo con la determinación de destinar 155 mil millones de reales (54 mil millones de dólares) al pago de interés a los especuladores nacionales e internacionales sólo en el 2003 (serán 170 mil millones en 2004) - enemigos y responsables por la miseria desde siempre. Así como cualquier persona en su sano juicio no puede clasificar este departamento del FMI en que se ha vuelto Brasil como un país que cuenta con un "gobierno popular".

Los que dicen que debemos esperar, se olvidan que a cada día de espera, 148 millones de dólares son depositados en las cuentas de quienes son nuestros enemigos. 6,2 millones por hora. Más de 103 mil dólares por minuto. A cada segundo, estos amables señores especuladores chuparán de nuestra sangre el equivalente a más de 1.720 dólares. A cada segundo!!!!!! Este es el resumen de la rapiña, de la voracidad por el lucro y ganancia, aunque esto signifique el hambre, miseria, violencia y muerte de brasileños honestos y trabajadores. ¿Cuánto será destinado a enseñarle a otro brasileño más a leer? ¿O a comer? ¿Cuántas monedas serán lanzadas a los niños de la calle que se multiplicam por nuestras ciudades? No, esto no es discutido en reuniones gubernamentales o en las reuniones del "new PT". Y pensábamos que estábamos cambiando algo...

Quien respira todavía, a pesar del mal olor que se apodera del país, no puede esperar más. El gobierno nos traicionó. Traicionó a más de 50 millones de electores. Traicionó esperanzas, futuros, planes. Y principalmente, el imperdonable: traicionó sueños. Traicionó alegrías. Traicionó sonrisas. Traicionó utopías. A los que utilizaron las esperanzas de un pueblo entero para alcanzar el poder debemos afrontarlo con mucha lucha, aunque este poder sea subalterno, arrodillado y sometido a los intereses que nos son impuestos desde otras Américas, o desde mansiones habitadas por los que aplican su capital especulativo sucio y sin generar un sólo puesto de trabajo. Los especuladores generan solamente más hambre. Más muertes.

Los que viven todavía, -insisten en vivir-, no pueden esperar que el gobierno de Lula tome alguna actitud a favor de quienes lo han elegido. Ya ha probado por lo que está constituído.

Quien vive todavía, repito, necesita comer hoy y no en tres años. Necesita alimentar a sus hijos hoy. Necesita llenar el vacío que hay en sus estómagos, hoy. Necesita, debe y exige ser respetado. ¡Hoy! Y sueña, aunque haya que luchar con todos los medios, en ser feliz. ¡Hoy!!! Sin "esperar un tiempo más" ni "darle un tiempo" a nadie (1,720 dólares por segundo, ¿te acuerdas?), más aún a quien se divierte, viaja y come bien, todos los días, traicionando y disfrutando de las esperanzas de millones de engañados.



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