"Crónica de la conferencia internacional Carlos Marx y los desafíos del siglo XXI en La Habana"
El gran aguafiestas
Paquita Armas Fonseca
Rebelión.org
14 de mayo de 2003
Debates a veces acalorados, intercambios de libros, direcciones, humor y sobre todo mucha honradez y libertad a la hora de defender o cuestionar un concepto caracterizaron el desarrollo de la conferencia internacional "Carlos Marx y los desafíos del siglo XXI", que con la presencia de 84 investigadores extranjeros y similar cantidad de cubanos y cubanas se desarrolló en Ciudad de La Habana.
Temas tan medulares para el mundo de hoy como el sujeto revolucionario, democracia, libertad, justicia social, globalización, capitalismo, imperialismo y vigencia o no del marxismo, fueron sometidos a análisis con la presencia de conferencistas de lujo, por ejemplo: Francois Houtart, de Bélgica; Samir Amín, de Senegal; Mészaröz Istvan, de Hungría y George Labica, de Francia.
Tanto estos pensadores como los otros académicos concuerdan que el mundo hoy se encuentra en un dilema: socialismo o barbarie. Para Labica, por ejemplo, la política de guerra de los Estados Unidos es un índice del agotamiento del capitalismo, mientras Mészaröz considera que o el mundo desbroza un nuevo camino o se destruirá. De ahí que Houtart y Amín le confieran importancia medular a los diferentes movimientos que hoy existen como el Foro social mundial de Porto Alegre, que sesionará en la India, la próxima vez. Ese no es el único espacio, hay otros como el foro regional de Asia.
La vigencia del pensamiento de Marx, llamado "el gran aguafiestas", en las actuales circunstancias fue reconocida en todas las intervenciones, a partir de una lectura no ortodoxa de sus textos, como pediría el gran pensador alemán de poder expresarlo.
Los dos últimos días de debates, la teoría marxista tuvo una inyección de práctica con la incorporación al encuentro de Fidel. Su presencia, por supuesto, despertó entre los asistentes numerosas preguntas acerca del proyecto social cubano.
Una de esas interrogantes fue acerca de por qué Cuba había resistido -y resiste- el Período Especial. Fidel instó a economistas a ofrecer respuestas, pero luego de un pormenorizado análisis de la situación cubana a raíz de la debacle de la URSS, unida al reforzamiento del bloqueo, lo hicieron expresar: "Con toda honradez pienso que a la teoría y la práctica económica del socialismo le falta camino por andar, esa pregunta nadie la puede responder".
Otro aspecto analizado fue el papel de la educación y la cultura en nuestro país. Fidel realizó una exhaustiva explicación de los programas que actualmente se llevan a cabo para elevar el nivel cultural de la población y cómo, por ejemplo, la remodelación de la industria azucarera ha posibilitado que los trabajadores de esa rama hoy estén estudiando.
Acerca de una pregunta sobre por qué se afirma que la cultura es un antídoto a la globalización neoliberal, Abel Prieto, titular del ramo, dijo: "En Cuba se trabaja para garantizar mejores condiciones de vida a la población, es decir, en el consumo. Pero la cultura es un antídoto para el consumismo, que es otra cosa. La cultura es un complemento para elevar el nivel de vida y no hablamos de una cultura que se atiene al nefasto realismo socialista, hablamos de la cultura como un hecho creador, diverso, contradictorio, que te plantea dudas sin respuestas. La globalización cultural se preocupa y ocupa de la simplificación de la cultura, tiene su origen en una seudocultura procedente de centros de poder de Estados Unidos que lo que intenta es idiotizar al consumidor. Nosotros trabajamos para que la población pueda acceder a cualquier manifestación artística. En nuestra política no hay chovinismo, defendemos el derecho de la gente a acceder a lo mejor de la cultura universal, incluida la norteamericana. Publicamos libros de sus autores reconocidos, vemos sus películas, oímos su música, pero lo que queremos es que se pueda apreciar lo que contenga valores estéticos y éticos venga de donde venga".
Estos fructíferos debates podrán continuar en el futuro: delegados y delegadas dejaron constituido el Taller permanente "Carlos Marx y los desafíos del siglo XXI", que tiene como fin continuar el diálogo, estimular la investigación y generar todas las propuestas útiles para estos momentos en los que se define el destino de la humanidad.
Amigos y amigas visitantes realizaron una declaración en la que denuncian el peligro que se cierne sobre Cuba y realizan un llamado a todos los investigadores del mundo a adherirse a esta convocatoria para frenar los intentos imperialistas de acabar con nuestro proyecto social.
En el contexto de la conferencia se presentaron el libro "El otro davos", de Houtart y las revistas "Marx ahora", de Cuba y "Paradigmas y utopías", de México. El reclamo por justicia hacia los cinco héroes prisioneros del imperio, estuvo presente en el encuentro.
Los miembros del Buró Político José Ramón Balaguer, Pedro Ross y Ricardo Alarcón de Quesada participaron en la conferencia que fue convocada por el Instituto de Filosofía y la CTC.
Fue un buen cumpleaños para el aniversario 185 del natalicio del hombre que dijo que no se trata de contemplar al mundo, sino de transformarlo. Con las últimas palabras de Alarcón, que realizó la clausura, todos los participantes habían hecho suya una frase de Meszaröz, expresada el primer día de debates: "En los momentos actuales Carlos Marx es nuestro compañero de armas".