Reporteros Sin Fronteras y Cuba: La ética condenada a la mazmorra
Salim Lamrani
8 de marzo del 2004
La primera fase de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información, organizada en Ginebra del 10 al 12 de diciembre del 2003, bajo el escudo de la Unión Internacional de Telecomunicaciones de las Naciones Unidas, tenía por objeto construir las bases para una información ética. Naturalmente, la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) fue declarada persona non grata ya que se consideró que la estructura, de la que el señor Ménard es secretario general desde hace diecinueve años, no defendía los principios de la Carta constitucional de la O.N.U. Efectivamente, RSF es vetada, desde el 24 de julio del 2003 y para el periodo de un año, del Comité de las Organizaciones No Gubernamentales, encargado de supervisar el trabajo de las ONG’s que gozan de relaciones consultativas dentro del marco económico y social de las Naciones Unidas. Esta exclusión responde a las acciones provocadoras de RSF en una reunión de la Comisión de los Derechos Humanos en mayo del 2003.1
No obstante, el 9 de diciembre de 2003, la organización siempre reticente a la hora de aceptar las decisiones que contrarian su agenda político, ha lanzado ilegalmente una “radio pirata” que emitía en la región de Ginebra, violando ostentosamente las reglas internacionales de telecomunicaciones. Los costos financieros de tal empresa no parecen causar problemas a RSF que dispone de amplios recursos económicos para promover sus acciones. Sin embargo, la radio clandestina no duró mucho. En efecto, al día siguiente, las autoridades francesas pusieron término a la operación.2
En el país de la manipulación mediática, la organización Reporteros Sin Fronteras hace las veces de emperatriz, y su acritud para con Cuba está tan aguzada como su falta de imparcialidad. La revista De Cuba, creada, financiada y controlada por la Sección de Intereses Norteamericanos (SINA) de La Habana, con el fin de difundir datos ficticios sobre la realidad cubana, es calificada de “primera revista independiente privada publicada sobre el territorio cubano” por RSF. La predominante influencia de las ideas reaccionarias de la extrema derecha cubana de Florida sobre esa publicación parece haber escapado a la sagacidad de la entidad parisina, que no vacila, de ninguna manera, en calificar la revista de “prensa libre”. Cuando ésta misma admite que “unos 500 ejemplares se... realizaron... en la Sección de Intereses Norteamericanos”, la validez intrínseca de la revista, en términos de objetividad y de independencia, no se pone en tela de juicio en absoluto. Una curiosa “prensa libre”, en definitiva.3
En el primer número de De Cuba, de pobre calidad periodística, repleto de mentirosas alegaciones y de clichés, en que la retórica utilizada es extrañamente análoga a la de Cubanet (órgano de prensa controlado por los extremistas cubanos de Florida), la redacción admite explícitamente que colabora con Radio Martí. Este emisor estadounidense, que viola la legislación internacional, fomenta cotidianamente la subversión interna en Cuba mediante sus programas agresivos e ilegales, cuyo contenido fue objeto de un abrumador informe por parte de la Voice of America.4 Siguiendo la línea oficial de la administración de Washington, un “periodista independiente” de dicha publicación no vacila en calificar a los cinco prisioneros políticos cubanos, injustamente condenados en los Estados Unidos, de “espías”, cuando los testimonios de eminentes personalidades de los servicios secretos del Pentágono han demostrado lo contrario. En resumen, las directrices tomadas acerca de la SINA reemplazan la objetividad requerida a todo órgano de prensa, y este dato no ha podido escapar a la perspicacia de RSF, quien, no obstante, prefiere callar este parámetro.5
La segunda publicación de De Cuba no vacila de ningún modo en hablar de “totalitarismo cubano”, a la vez que glorifica las oportunidades presentes en los Estados Unidos. Una “periodista independiente” evoca la historia de un joven delincuente cubano, David, que consiguió escapar a la “pesadilla” de la Isla para marcharse hacia el Norte donde, gracias a las suertes que se le ofrecieron, se convirtió en un excelente elemento universitario, que les hace la moral “extranjeros que estúpidamente andan con el rostro del Che en sus camisetas”. ¿No habrá sido contactada la persona en cuestión desde Cuba? ¿Cómo es posible si los “militantes de los derechos humanos” son acosadas constantemente por las autoridades cubanas, según la propaganda de RSF? Entonces, una de las dos: sea la historia es totalmente ficticia, sea los locales de la SINA han servido de sala de redacción, y en este caso, la “periodista” confirma las sospechas que abrumaban a sus compiches. En todo caso, la temática y la retórica se parecen sorprendentemente a las que utilizan los servicios de prensa de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA). Pero, ¿Acaso es sorprendente si es de notoriedad pública que estos “periodistas independientes” mantienen una estrecha relación con esta organización terrorista?6
La primera publicación de Luz Cubana produce, entre otras cosas, un artículo de Raúl Rivero, director de la “Agencia Independiente Cuba Press” que fue condenado duramente en abril del 2003, sacado del periódico de extrema derecha de Miami El Nuevo Herald, que controlan los exiliados cubanos. En este escrito, altos funcionarios son acusados, sin ser nombrados, de tráfico de drogas, así como algunas celebridades deportivas y culturales. El periodista imputa igualmente a las autoridades cubanas, que habían lanzado una amplia operación contra la venta de estupefacientes, de coartar las libertades individuales. En fin, el contenido se vuelve casi normativo por la recurrencia de sus propósitos.7
Estas tres revistas están totalmente disponibles en el sitio internet de RSF. El contenido temático, además de ser substancialmente tendencioso y de carácter acusatorio unívoco, es de sentido único. Un tono de diatriba, una serie de libelos y de escritos panfletistas, la ausencia total de fuentes y la inexistencia absoluta de matiz, caracterizan esta “prensa independiente”.
Después de la memorable “velada de solidaridad con el pueblo cubano: Cuba Sí, Castro No” del 29 de septiembre del 2003, organizada por RSF en la capital francesa, y que dio lugar a la falsedad mediática más grande orquestrada por el Señor Ménard, un comité de “apoyo al poeta y periodista cubano Raúl Rivero” fue creado. La importancia propagantista de tal acto no cabe duda y es interesante evocar un paralelo histórico a eso. En efecto, la transformación de criminales en “disidentes” no es nada nuevo. La historia de Armando Valladares, el “poeta paralítico condenado por delito de opinión”, según la propaganda de Washington, es un instructivo ejemplo. Arrestado en 1960 por terrorismo, este antiguo oficial de la policía de la tiranía de Batista recibió ayuda de una gran campaña internacional lanzada por la extrema derecha cubana de Florida a principios de los años 80. Tras unas componendas por parte del gobierno francés de François Mitterrand, con la protección de Régis Debray, el prisionero, que fue liberado, perdió de golpe su talento para la poesía así como su hemiplejía. Sin embargo, conservó cuidadosamente su talento de actor y, habiendo obtenido la nacionalidad estadounidense, entró al servicio del gobierno de Ronald Reagan, convirtiéndose en embajador en las Naciones Unidas. El desengañado Régis Debray escribió en su libro Les Masques : “El hombre no era poeta, el poeta no era paralítico, y el cubano es hoy americano”.8
La historia del Señor Raúl Rivero podría ser parecida. Su culpabilidad, perfectamente probada y documentada por la justicia cubana, es sin embargo ocultada por la organización “de defensa de la libertad de prensa”, que se niega a revelar las condiciones del proceso televisado y público. Prefiere calificarlo de “estalinista”, lo que, en realidad, no es más que una vil escapatoria que sirve para enmascarar una deficiencia argumentativa, una cuidada manipulación de los hechos, y una entrega total a la política estadounidense de desestabilización de la sociedad cubana.9
Sólo queda por saber si RSF utilizará el subterfugio con el que la derecha radical cubana de Florida ha engañado al conjunto de la comunidad internacional hace veinte años. Aparentemente el señor Ménard, jenízaro de una concepción doctrinal de la libertad de prensa, ya ha emprendido una tarea similar pues la organización publica regularmente breves noticias sobre una huelga de hambre de los “prisioneros de conciencia”, o sobre los malos tratos que les propician. Pero esta vez, Régis Debray está en alerta. ¿En un futuro relativamente próximo, cuando la verdad salga a la luz, aparecerá que : “El hombre no era disidente, el disidente en realidad era pagado por los Estados Unidos, y RSF solamente era una estructura escamoteadora de la realidad al servicio de una política imperial?”10
El sátrapa de RSF no escatima en los medios para embaucar a la opinión pública mediante un énfasis mentiroso y ditirámbico con el fin de ennoblecer a unos supuestos “militantes por los derechos humanos”, que, en realidad, no son más que unos sicofantas al servicio de una potencia extranjera. Aquí también, el monopolio de la manipulación ha sido eficaz, y el Señor Ménard puede estar orgulloso de haber logrado su golpe de Estado mediático, distilando con inigualado descaro sus desvergonzadas fábulas. Una vez más, la verdad ha sido el principal daño colateral , pero, ¿cuál de nuestros ilustres “defensores de la libertad de prensa” se preocupa por ello? Aparentemente, los turiferarios parisinos de la política del Imperio han recibido su justo prebenda por esa dedicación sin fallos.
RSF, arquetipo notable de la entidad al servicio del orden establecido pero disfrazado de ONG, no parará de destilar sus acerbas peroratas con respecto a Cuba. La probidad no está a punto de ser el aforismo de dicha organización. Pero al exégeta de la “libertad de la prensa” le importa poco. Otra prioridad, ocultada por un cuidadoso revestimiento ideológico, está a la orden del día para los secuaces de RSF: la destrucción de la Revolución cubana.
1 Armand Mattelart, « Sommet mondial de Genève. Jeter les bases d’une information éthique », Le Monde Diplomatique, diciembre de 2003 : 32.
2 Reporters Sans Frontières, « Lancement d’une radio pirate à l’occasion du Sommet mondial sur la société de l’information », 9 de diciembre de 2003. www.rsf.org/article.php3?id_article=8762 (sitio consultado el 12 de diciembre de 2003) ; Reporters Sans Frontières, « Radio non grata réduite au silence », 10 de diciembre de 2003. www.rsf.org/article.php3?id_article=8772 (sitio consultado el 12 de diciembre de 2003).
3 Reporters Sans Frontières, « ‘De Cuba’ et ‘Luz Cubana’ : une presse libre mais hors-la-loi », sin fecha. www.rsf.org/article.php3?id_article=7313 (sitio consultado el 12 de diciembre de 2003).
4 Voice Of America, « Review of Policies and Procedures for Ensuring that Radio Marti Broadcasts Adhere to Applicable Requirements », Audit Report 99-IB-010, junio de 1999, 1, 3, 5, 13, 15, 17. http://oig.state.gov/documents/organization/7449.pdf (sitio consultado el 12 de diciembre de 2003)
5 Marvín Hernández Monzón, « Condenado por informar », De Cuba, diciembre 2002, n°1 : 4. www.rsf.org/IMG/pdf/doc-1970.pdf (sitio consultado el 12 de diciembre de 2003).
6 Tania Quintero, « El Regreso de David », De Cuba, Febrero de 2003, n°2 : 6-7. www.rsf.org/IMG/pdf/doc-2241.pdf (sitio consultado el 12 de diciembre de 2003).
7 Raúl Rivero, « El cartel del queso blanco », Luz Cubana, Enero/Febrero de 2003, n°1 : 9-10. www.rsf.org/IMG/pdf/doc-2242.pdf (sitio consultado el 12 de diciembre de 2003).
8 Gianni Miná, Un Encuentro con Fidel (La Havane : Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, 1987), pp. 43-60 ; Jean-Marc Pillas, Nos Agents à La Havane. Comment les Cubains ont ridiculisé la CIA (Paris : Albin Michel, 1995), pp. 145-51.
9 Reporters Sans Frontières, « Le Journaliste Adolfo Fernández Saínz agressé par un codétenu », 10 de diciembre de 2003. www.rsf.org/article.php3?id_article=8775 (sitio consultado el 12 de diciembre de 2003).
10 Reporters Sans Frontières, « Reporters sans frontières et l’association Sin Visa lancent un comité de soutien au poète et journaliste cubain Raúl Rivero », sin fecha. www.rsf.org/article.php3?id_article=8132 (sitio consultado el 12 de diciembre de 2003).