Costa
Rica está lista para fabricar armas
Eduardo
Ramírez Flores
Semanario
Universidad
28
de setiembre del 2006
Emiten decreto con reglamento
Analistas
destacan contradicción entre discurso pacifista del presidente
Arias y decreto que facilita la fabricación de armas en
el país.
Costa Rica
está preparada desde el pasado 23 de agosto para producir
municiones, armamento pesado y otros materiales bélicos,
gracias a la publicación de un decreto ejecutivo que reglamenta
los permisos sanitarios para fábricas de este tipo, las
cuales se instalarían en el marco del Tratado de Libre
Comercio (TLC) con Estados Unidos.
Mientras
aún estaba fresca la tinta del decreto (No.33240-S), su
firmante: el presidente y Premio Nobel de la Paz, Óscar
Arias Sánchez, pronunció el pasado 19 de setiembre
en la asamblea general de la Organización de Naciones Unidas,
un discurso que a algunos en Costa Rica les pareció contradictorio
con lo decretado.
"Denunciemos
el aumento del gasto militar, la carrera armamentista y el comercio
de armas como ofensas a la condición humana", expresó
el mandatario en una propuesta - que él ha llamado "Consenso
de Costa Rica"-, dirigida a las naciones del planeta.
En ese discurso,
Arias destacó también que "desde 1948, por
la visión de un hombre sabio, el expresidente José
Figueres, Costa Rica abolió el ejército, le declaró
la paz al mundo y apostó por la vida". Justo el pasado
25 de setiembre se conmemoró el centenario del nacimiento
del tres veces expresidente Figueres (ver artículo en esta
misma sección).
La contradictoria
decisión del Premio Nobel de la Paz de permitir la fabricación
de armas pesadas en suelo costarricense en aras del libre comercio,
fue criticada por analistas consultados por este Semanario, como
Hilda Chen Apuy, ganadora del premio nacional "Magón"
(2003).
A ella se sumaron Daniel Camacho, catedrático de la Universidad
de Costa Rica (UCR) y presidente de la Fundación para la
Defensa de los Derechos Humanos en Centroamérica (FUNDEHUCA);
y Francisco Barahona, politólogo y analista.
Debido a
que el mandatario Arias Sánchez estaba en Estados Unidos
la semana anterior, a su hermano y ministro de la Presidencia,
Rodrigo, se le enviaron desde el jueves 21 -por medio de su periodista,
Pablo Guerén- las siguientes preguntas: ¿En su opinión
hay contradicción entre la decisión del Gobierno
de emitir un decreto que reglamenta la producción e instalación
de fábricas de armamentos y la política del Presidente
de promover el desarme en el mundo? ¿Cree usted que una
acción como la mencionada afecte el prestigio internacional
de Costa Rica -que se promociona como país de paz y sin
ejército-, así como el impulso presidencial al Tratado
de Comercialización de Armas? Al cierre de esta edición
(lunes 25) no había respuesta a la consulta.
Además
se buscó conocer el criterio del director de la Fundación
Arias para la Paz y el Progreso Humano, Luis Alberto Cordero,
pero la directora técnica de esa entidad, Carla Morales,
aseguró que estaba fuera del país y que él
era el vocero autorizado.
DECRETO, ARMAS
Y COMERCIO
El referido
decreto salió publicado en el diario La Gaceta del 23 de
agosto, rubricado por Arias y su ministra de Salud, María
Luisa Ávila, tras considerar el Gobierno que es su obligación
velar por la salud de la población, "sin que por ello
se obstaculicen innecesariamente las condiciones de competitividad,
para el desarrollo de la actividad económica del país".
La normativa
se denomina "Reglamento General para el otorgamiento de permisos
sanitarios de funcionamiento del Ministerio de Salud", y
deroga el anterior del 2002 "con el objetivo de modernizar
y ajustar el tema a la realidad actual del país y de este
Ministerio, además de que se procura la simplificación
de trámites administrativos".
Dicho reglamento
regula múltiples actividades comerciales y productivas
del país, aunque a diferencia del derogado, incorpora como
novedad la fabricación de armas portátiles, escopetas,
pistolas de aire y gas comprimido, explosivos y municiones, armas
pesadas, ametralladoras pesadas, piezas de artillería y
otras (véase "Armamento aparece en anexo del TLC",
en UNIVERSIDAD del 08-09-05).
La divulgación
del dato de que el TLC permitiría la fabricación,
importación y exportación de armas, generó
polémica a finales del año pasado, y uno de los
mayores críticos fue el expresidente Rodrigo Carazo Odio,
quien calificó de "guerrerista" el tratado.
"Como
no es posible hacer cambio alguno al TLC, estamos ante el riesgo
y la vergüenza de que se use ese libre comercio de armas
de guerra en nuestro país sin ejército y que, con
el afán de estimular -la tan apetecida por muchos- inversión
extranjera y bajo la alta presión militarista que angustia
al mundo, se convierta a Costa Rica en re-exportadora de armas
de guerra", cuestionó Carazo en una carta enviada
en julio al entonces mandatario Abel Pacheco.
Por su parte,
la viceministra de Comercio Exterior, Amparo Pacheco, afirmó
el 15 de junio pasado (diario Extra) que "al igual que en
la situación vigente hoy, bajo el TLC la fabricación,
el uso, la importación y la comercialización de
armas de guerra están prohibidos".
Sin embargo,
la funcionaria no dijo en ese momento que la "Ley de armas
y explosivos" (No.7530 de 1995), fue modificada en el 2001
(Ley No.8201) de tal manera, que su artículo 65 establece
que se puede fabricar, almacenar, comerciar, importar y exportar
armas, municiones, explosivos, artificios, pólvora en todas
sus presentaciones y materias primas para elaborar productos regulados
por esta ley, previa obtención de los respectivos permisos.
COCTEL DE
PAZ Y ARMAS
Respecto de
las reacciones surgidas por la política del mandatario
Arias Sánchez de promover el desarme mundial y el libre
comercio que incluye las armas, la premio Magón -Hilda
Chen Apuy- comentó que "es muy raro que el Presidente
hable en la ONU de desarme y de castigar a los países que
compren armas. ¿Cómo entendemos que a la vez se
reglamente aquí la instalación de fábricas
de armas? (...) ¿Será que nos vamos a convertir
en maquiladores de armamento?"
La catedrática
de la UCR recordó que esta situación motivó
una carta suya que envió al magisterio nacional el año
pasado, en la cual alertaba por los artículos del TLC que
obligan a desgravar la importación de armas, y que fue
negado por autoridades gubernamentales.
Para Chen
Apuy "¿cómo va a ser que no tengamos ejército,
que tenemos una Constitución que nos dice que es para la
paz, que tenemos una proclama de neutralidad permanente, y el
negocio de las armas? (...) Eso es inmoral, porque significa hacer
armamento para ir a bombardear pueblos inocentes".
Mientras
tanto, el sociólogo y presidente de FUNDEHUCA, Daniel Camacho,
calificó de paradójico el hecho de que "un
gobierno que se dice del Partido Liberación Nacional, emita
un decreto de esa naturaleza"; esto, en alusión a
los 100 años del nacimiento de José Figueres, exgobernante
liberacionista que abolió el ejército.
Según
Camacho, ese decreto "como costarricense me da vergüenza,
porque dice: mátense todos los demás, excepto los
ticos". Si se pretende ser consecuentes con la abolición
del ejército, no debemos tener fábricas de armamentos,
advirtió.
En su opinión,
el citado decreto afectará en el ámbito internacional
la imagen pacifista de Costa Rica y el proyecto de Arias llamado
"Consenso de Costa Rica", el cual promueve la condonación
de deudas y el apoyo financiero a aquellos en desarrollo que inviertan
más en educación, salud, y vivienda, "y cada
vez menos en armas y soldados".
Por su parte,
el politólogo Francisco Barahona coincidió con Chen
y Camacho, en cuanto a la contradicción del decreto y los
postulados pacifistas del país; ve como un contrasentido
la firma por parte del mandatario, y "de cara al discurso
que pronunció en la asamblea general de la ONU me parece
que no tiene ninguna lógica".
En torno
a si afectará la imagen del país, Barahona reclamó
que más allá de eso, "ese es un hecho que los
ciudadanos costarricenses no tenemos por qué aceptar. Costa
Rica no debe ser territorio para producción de armas, de
la industria de la muerte".
La acción
del Gobierno "podría incluso ser considerada hasta
una traición al compromiso civilista y antimilitarista
del país", agregó.