De cómo los EEUU llegaron a ser
tan odiadosGore Vidal
Entrevistado por Marc Cooper para Weekly
5 de julio del 2002
Foro ALCArajo: Mensaje 604
Escritor prolífico, legendario crítico de la sociedad
estadounidense y gran conocedor de la historia y del
sistema político de su país, Gore Vidal piensa que ha
llegado la hora de que "echemos para atrás el
imperio":
"No le está haciendo bien a nadie. Nos ha costado
billones
de dólares, lo cual me hace pensar que solito se va a
reducir, no va a haber suficiente dinero para
mantenerlo".Amigo de presidentes, directores de cine y artistas,
además
de pariente de miembros de la elite estadounidense,
Vidal
no ha dejado de escandalizar a los poderosos de su
país
desde hace cinco décadas. El título de su último
best-
seller da una idea de la razón: La guerra perpetua
para la paz perpetua: de cómo llegamos a ser tan odiados.Puede que sea el último republicano con "r" minúscula
de
Estados Unidos. Gore Vidal, ahora de 76 años, ha
dedicado
su vida a criticar los impulsos imperialistas de
Estados
Unidos y -a través de dos docenas de novelas y cientos
de
ensayos- ha argumentado tempestuosamente que Estados
Unidos
debería de retroceder a sus raíces más jeffersonianas,
que
debería de dejar de meterse en los asuntos de otras
naciones
y en los asuntos privados de sus propios ciudadanos.Ese es el hilo que corre a través del último
best-seller
de Vidal -una extraña recopilación de ensayos,
publicada
tras el 11 de septiembre, titulada La guerra perpetua
para la paz perpetua: de cómo llegamos a ser tan odiados.
Para
contestar a la pregunta respecto al subtítulo, Vidal
propone
que no tenemos ningún derecho a rascarnos la cabeza
sobre
lo que motivó a los perpetradores de los dos mayores
ataques de terror en nuestra historia, el bombardeo de
1995
en la Ciudad de Oklahoma y el holocausto de las
torres
gemelas del pasado septiembre.Vidal escribe: "Es una ley de la física (aún estaba en
los
libros la última vez que consulté) que en la
naturaleza
no hay acción sin reacción. Lo mismo parece ser verdad
en
la naturaleza humana -esto es, en la historia-". La
"acción" a la que Vidal se refiere es al exceso de
confianza
de un imperio estadounidense en el extranjero
(ejemplificado con un cuadro de 20 páginas con 200
aventuras militares en el exterior desde el fin de la
Segunda Guerra Mundial) y un floreciente Estado
policíaco
en casa. La inevitable "reacción", dice Vidal, es nadamenos que las sangrientas obras de Osama bin Laden y
Timothy McVeigh. "Cada uno estaba enfurecido", dice,
"por
los imprudentes asaltos de nuestro gobierno hacia
otras
sociedades" y hacia la propia sociedad estadounidense,
y,
por lo tanto, los "provocaron" y respondieron con
horrenda
violencia. Algunos podrían tomar lo anterior como unasugerencia de que Estados Unidos podía haber esperado
que
sucediera el 11 de septiembre. Así que cuando me
encontré
con Vidal en la casa que mantiene en Hollywood Hills
(aún reside la mayor parte del tiempo en Italia), la
primer
pregunta que le hice fue:Marc Cooper: ¿Estás argumentando que, de alguna
manera, los
3 mil civiles que murieron el 11 de septiembre
merecían su
destino?Gore Vidal: No creo que nosotros, el pueblo
estadounidense,
merecíamos lo que sucedió. Tampoco nos merecemos el
tipo de
gobierno que hemos tenido en los pasados 40 años.
Nuestros
gobiernos nos han acarreado esto por sus acciones en
todo
el mundo. Tengo una lista en mi nuevo libro que le da
una
idea al lector sobre lo ocupados que hemos estado.
Desafortunadamente, sólo recibimos desinformación de
The
New York Times y otros lugares oficiales. Los
estadounidenses no tienen idea de la magnitud de las
travesuras de su gobierno. La cantidad de ataques
militares
que hemos llevado a cabo en contra de otros países
sin
haber sido provocados, desde 1947-48, asciende a más
de 250.
Se trata de ataques mayores en todos lados, desde
Panamá
hasta Irán. Y ni siquiera es una lista completa. No
incluye
los lugares como Chile, ya que esa fue una operación
de la
CIA. Sólo enumeré los ataques militares. A los
estadounidenses, o no se les dicen estas cosas o se
les
dice que los atacamos porque ... bueno ... Noriega es
el
centro de todo el narcotráfico mundial y tenemos que
deshacernos de él. Así que matamos algunos panameños
en el
camino. De hecho, matamos a bastantes. Y enviamos
nuestra
Fuerza Aérea. Panamá no tenía una fuerza aérea. Pero
se
veía bien tener a nuestra Fuerza Aérea ahí, ocupada,
volando en pedazos a los edificios. Después
secuestramos a
su líder, Noriega, un ex hombre de la CIA que trabajófielmente para Estados Unidos. Lo arrestamos. Lo
llevamos
a juicio en una corte estadounidense que no tiene
jurisdicción sobre él y lo encarcelamos -nadie sabe
por
qué-. Y se suponía que eso iba a finalizar el comercio
de
las drogas porque lo habían satanizado en The New York
Times
y en el resto de la prensa imperial. [El gobierno] seaprovecha de la relativa inocencia de [los
estadounidenses]
o, para ser más precisos, de la ignorancia.
Probablemente
por eso, desde la Segunda Guerra Mundial no se ha
enseñado
geografía -para mantener a la gente en la oscuridad
sobre
dónde estamos haciendo estallar cosas-. Porque Enron
las
quiere hacer estallar. O Unocal, la gran compañía de
gasoductos, quiere que tenga lugar una guerra en algúnlugar.
"Y la gente en los países que son receptores de
nuestras
bombas se enojan. Los afganos no tenían nada que ver
con lo
que le pasó a nuestro país el 11 de septiembre. Pero
Arabia
Saudita sí. Parece que Osama estaba involucrado, perorealmente no lo sabemos. Cuando entramos a Afganistán
para
tomar el lugar y bombardearlo, le preguntaron a
nuestro
general en mando cuánto tiempo se tardarían en
encontrar a
Osama bin Laden. Y el general en mando se mostró
sorprendido y dijo, bueno, pues esa no es la razón por
la
que estamos aquí. ¿Ah no? Entonces de qué se trataba
todo
esto? El asunto era que los talibanes eran personas
muy,
muy malas y que trataban a las mujeres muy mal, ves.
No
están en la onda de los derechos de las mujeres; y
nosotros
deberíamos de estar con Bush, porque él va a quitarle
a las
mujeres las burkas de las cabezas. Bien, pues de eso
no
se trataba. "De lo que en realidad se trataba -y no
conseguirás esto en ningún lugar ahorita - es de
arrebatar
los recursos energéticos. Hasta ahora, el Golfo
Pérsico ha
sido nuestra principal fuente de petróleo importado.
Fuimos
allá, a Afganistán, no para atrapar a Osama y
vengarnos.
Fuimos a Afganistán, en parte porque los talibanes -a
quienes habíamos instalado en la época de la ocupación
rusa-
se estaban volviendo demasiado locos y porque Unocal,
la
compañía californiana, había hecho un negocio con los
talibanes que consistía en un gasoducto para obtener
el
petróleo de la zona del Caspio, la reserva más rica enpetróleo en la Tierra. Querían obtener ese petróleo a
través
de un gasoducto que cruzara Afganistán hacia Pakistán
a
Karachi y de ahí trasladarlo en barco a China, lo cualtraería enormes ganancias. La compañía que pudiera
hacer
el negocio haría una fortuna. Y verás que todas estas
compañías se remiten a Bush o a [Dick] Cheney
[el vicepresidente] o a [Donald] Rumsfeld [el
secretario
de Defensa] o a alguien más en la Gas and Oil Junta
[la Junta del Petróleo y el Gas, se refiere al grupo
que
controla al gobierno (N.R.)], la cual, junto con el
Pentágono, manda en Estados Unidos. "Habíamos planeadoocupar Afganistán en octubre, y Osama, o quien sea que
nos
pegó en septiembre, lanzó un ataque. Ellos sabían que
íbamos
para allá. Y esta era una advertencia para agarrarnosdesprevenidos, desequilibrarnos. En este contexto se
puede
explicar por qué lo primero que hizo Bush después de
que nos
pegaron fue ir con el senador Daschle y rogarle que
no se
llevara a cabo una investigación del tipo que en
cualquier
país normal hubiera tenido lugar1. Cuando atacaron
Pearl
Harbor, en 20 minutos el Senado y la Casa Blanca ya
tenían
lista una comisión conjunta. Roosevelt les ganó,
porque sabía
por qué nos habían atacado, así que constituyó su
propia
comisión. Pero nada de esto debía salir a la luz
pública, y
no lo ha hecho".Marc Cooper: Aun así, cuando uno lee el cuadro de las
intervenciones militares en su libro y concluye que,
efectivamente, el gobierno estadounidense es una
"fuente de
maldad" -por decir una frase-, ¿no puede concebir que
también
hay otras fuerzas malignas? ¿No puede imaginarse, porejemplo, fuerzas de oscurantismo religioso, que actúan
independientemente de nosotros y que pueden hacernos
cosas
malas, nomás porque son muy malvadas?Gore Vidal: ¡Oh sí! Pero escogiste el grupo
incorrecto.
Escogiste a una de las familias más ricas del mundo
-los bin
Laden-. Son muy cercanos a la familia real de Arabia
Saudita, lo cual nos ha metido en la trampa de actuar
como
el guardaespaldas de la familia real en contra del
pueblo
saudita -pero la familia real es más fundamentalista
que el
pueblo-. Así que estamos lidiando con una entidad
poderosa,
si se trata de Osama. "Lo que no es cierto es que
gente como
él nomás aparece de la nada. El estadounidense
promedio
piensa que regalamos miles de millones [de dólares] en
ayuda
al extranjero, cuando, de entre los países
desarrollados,
somos los que menos aportamos. Y la mayor parte de lo
que
damos se destina a Israel y un poco a Egipto."Estuve en Guatemala cuando la CIA estaba preparando
su
ataque al gobierno de Arbenz [en 1954], quien fue un
presidente electo democráticamente, ligeramente
socialista.
Su Estado no tenía ingresos; su mayor creador de
ingreso era
la United Fruit Company. Así que Arbenz puso un
pequeñísimo
impuesto sobre los plátanos, y Henry Cabot Lodge se
paró en
el Senado y dijo que los comunistas habían tomado
Guatemala
y que debíamos actuar. Fue con Eisenhower, quien envió
a la
CIA, y derrocaron al gobierno. En su lugar, pusimos a
un
dictador militar, y no ha habido otra cosa que
derramamiento
de sangre desde entonces. "Si yo fuese un
guatemalteco y
tuviese los medios para aventarle algo a alguien en
Washington, o en cualquier lugar donde estuviesen los
estadounidenses, estaría tentado a hacerlo.
Especialmente
si hubiese perdido a toda mi familia y hubiese visto
cómo mi
país vuela en pedazos porque United Fruit no quería
pagar
impuestos. Esta es la manera en que operamos. Y es
por eso
que llegamos a ser tan odiados".Marc Cooper: Se ha quejado durante décadas de la
erosión de
las libertades civiles y la conversión de Estados
Unidos de
una república a lo que llama un imperio. Lo que
ocurrió tras
el 11 de septiembre, la Ley Patriótica (USA Patriot
Act),
¿simplemente nos han empujado más por ese mismo camino
o se
trata de un viraje en el rumbo?Gore Vidal: La segunda ley de la termodinámica siempre
manda:
todo está en constante desgaste. Eso también le
sucede a
nuestra Declaración de Derechos (Bill of Rights2). La
actual
junta que está a cargo de nuestros asuntos, una que
no fue
electa legalmente, sino que fue puesta en mando por
la
Suprema Corte para cumplir con los intereses de los
cabildeadores del petróleo, el gas y la defensa, ha
usado
primero a la Ciudad de Oklahoma y ahora al 11 de
septiembre
para desgastar aún más las cosas."Por lo que se refiere a la Ciudad de Oklahoma y a Tim
McVeigh, él también tenía sus razones para llevar a
cabo su
sucia tarea. Millones de estadounidenses estuvieron deacuerdo con su argumento general, aunque nadie, creo,
está de
acuerdo con volar en pedazos a niños. Pero los
estadounidenses instintivamente saben cuándo el
gobierno se
sale de los rieles, como lo hizo en Waco y Ruby Ridge.
Nadie
ha sido electo presidente en los últimos 50 años a
menos de
que estuviese en contra del gobierno federal. Así que
el
gobierno debería de meterse a la cabeza que no sólo es
odiado
por los extranjeros cuyos países ha destrozado, sino
también por los estadounidenses cuyas vidas han sido
destruidas.El movimiento Patriótico en Estados Unidos estaba
basado en
personas que huyeron de sus granjas familiares. O
tuvieron
padres o abuelos que huyeron. Tenemos millones de
ciudadanos
estadounidenses inconformes que no les gusta cómo
están
manejando el lugar y no ven sitio alguno donde puedan
prosperar. Pueden ser esclavos. O recoger algodón. O
la
actividad que sea la más reciente cosa incómoda qué
hacer.
Pero 'no van a participar en la acción', como dijo
Richard
Nixon".Marc Cooper: Y, sin embargo, los estadounidenses
parecen
bastante susceptibles a un tipo de 'club del
enemigo-del-mes'
patriotero que emane de Washington. Dice que millones
de
estadounidenses odian al gobierno federal, pero
alrededor del
75% de los estadounidenses dicen que apoyan a George
W. Bush,
especialmente respecto al asunto de la guerra.Gore Vidal: Espero que no creas esas cifras. ¿No sabes
cómo
estas encuestas son amañadas? Es sencillo. Tras el 11
de
septiembre, el país estaba realmente en shock y
aterrorizado.
[Bush] hace una pequeña danza de guerra y habla
acerca de
ejes del mal y acerca de todos los países que va a
perseguir.
Y cuánto tiempo va a tomar, dice con una sonrisa
feliz,
porque representa miles de millones, billones para el
Pentágono y para sus amigos petroleros. Y significa
recortar
nuestras libertades, así que todo esto es muy
emocionante
para él. El está reaccionando, bombardeando
Afganistán. Pues
podría haber estado bombardeando Dinamarca. Dinamarca
no
tuvo nada que ver con el 11 de septiembre. Y tampoco
Afganistán, al menos los afganos no tuvieron nada que
ver."Así que aún preguntan, ¿apoyas al presidente? ¿Lo
apoyas
mientras él nos defiende?"Eventualmente se darán cuenta".
Marc Cooper: ¿Quiénes son ellos? ¿El pueblo
estadounidense?Gore Vidal: Sí, el pueblo estadounidense. Le hacen
estas
rápidas preguntas. ¿Lo apruebas? Oh, sí, sí, sí. Oh,
sí, él
voló en pedazos todas esas ciudades con nombres raros
que
estaban por allá. "Eso no quiere decir que les guste.
Escucha mis palabras. El dejará su oficina siendo el
presidente menos popular en la historia. La junta ha
hecho
demasiados destrozos."En cuanto les pegaron, estaban sospechosamente
preparados
con el Patriot Act. Listos para levantar el habeas
corpus,
el privilegio de abogado-cliente. Estaban listos. Lo
cual
significa que ya tienen su Estado policíaco. Nomás
toma un
avión a donde sea hoy y estás en las manos de un
arbitrario
Estado policíaco".Marc Cooper: ¿No quiere tener ese tipo de protección
cuando
vuela?Gore Vidal: Una cosa es ser cuidadoso, y sí queremos
que las
aerolíneas tengan cuidado contra los ataques
terroristas.
Pero esto es una alegría para ellos, para el gobierno
federal. Ahora tienen a todos, porque todos vuelan.Marc Cooper: Entremos en una de sus materias
favoritas, los
medios estadounidenses. Algunos dicen que han hecho
una
labor mejor que la normal desde el 11 de septiembre.
Pero
sospecho que no se la cree.Gore Vidal: No me compro el cuento. Una parte del año
vivo
en Italia. Y me entero más sobre lo que está pasando
en
Medio Oriente al leer la prensa británica, la
francesa,
hasta la italiana. Todo por acá está sesgado. Ver a
Bush
hacer su pequeña danza de guerra en el Congreso ...
sobre
los 'malhechores', y este 'eje del mal' -Irán, Irak y
Corea
del Norte-. Pensé, ni siquiera sabe lo que significa
la
palabra 'eje'. Alguien se la acaba de dar. Y la
prensa ni
siquiera lo cuestionó al respecto. Esta es una
declaración
tan descuidada. Luego se le ocurren como una docena
más de
países que podrían tener 'gente malévola', que podríacometer 'actos terroristas'. ¿Qué es un acto
terrorista? Lo
que sea que él piense que sea un acto terrorista. Y
nosotros
vamos a ir tras ellos. Porque nosotros somos buenos y
ellos
son malvados. Y nosotros 'los vamos a atrapar'."Cualquiera que pudiera pararse y dirigir ese discurso
al
pueblo estadounidense no es un idiota, pero está
convencido
de que nosotros somos unos idiotas. Y no somos unos
idiotas.
Estamos intimidados. Intimidados por la
desinformación de
los medios, la sesgada visión del mundo, y por los
atroces
impuestos que subsidian esta permanente máquina de
guerra.
Y no tenemos ninguna representación. Sólo las
compañías
están representadas en el Congreso. Por eso sólo el
24% de
los estadounidenses votaron por George W. Bush".Marc Cooper: Sé que odiaría llevar esto al nivel ad
hominem,
pero permítamelo un momento. ¿Qué con George W. Bush,
el
hombre?Gore Vidal: Te refieres a George W. Bush el porrista.
Esa es
la única cosa de alguna relevancia que hizo en su
vida.
Estaba involucrado en un equipo de béisbol.Marc Cooper: Le pertenecía.
Gore Vidal: Sí, era suyo, comprado con dinero de otras
personas. Dinero de gente petrolera. Así que en
realidad
nunca ha trabajado, y muestra muy poca capacidad para
aprender. Que lo hayan puesto como presidente y que laSuprema Corte estuviese segura de que había ganado era
tan
insultante como cuando su padre, George Bush, nombró
a
Clarence Thomas en la Suprema Corte -se hizo
simplemente
para burlarse de los liberales-. Y luego, cuando
escogió a
Dan Quayle como su vicepresidente, mostró un enorme
desprecio por el pueblo estadounidense. Se trataba de
alguien tan claramente no calificado, como Bush Padre
lo
era para ser presidente. Porque Bush Padre, como le
dijo
Richard Nixon a un amigo mío cuando fue electo [imita
a
Nixon], "Es un pelele, un absoluto pelele, no hay nada
ahí.
Es el tipo de persona que asignas para hacer cosas".
Así que
el desprecio hacia el pueblo estadounidense se ha
hecho más
evidente con los dos Bushes que con todos los
presidentes
anteriores. A pesar de que muchos de ellos sentían el
mismo
desprecio, eran más listos escondiéndolo.Marc Cooper: ¿Debería Estados Unidos simplemente
empacar a
sus militares de todos lados y regresarlos a casa?Gore Vidal: Sí. Sin excepción. No somos el policía del
mundo.
Y no podemos ni siquiera ser policía de Estados
Unidos,
excepto para robar dinero del pueblo y generalmente
para
crear un caos. Muchas veces y en muchas partes del
país, se
percibe a los policías, y de manera correcta, como elenemigo. Creo que es hora de que echemos para atrás el
imperio -no le está haciendo bien a nadie-. Nos ha
costado
billones de dólares, lo cual me hace sentir que solito
se va
a reducir porque no va a haber suficiente dinero paramantenerlo.
Marc Cooper: Usted se llama a si mismo uno de los
últimos
defensores de la república estadounidense contra el
imperio
estadounidense. ¿Aún tiene aliados? Es decir, no
tenemos una
oposición muy creíble en este país, ¿verdad?Gore Vidal: A veces me siento como si fuera el último
defensor de la república. Hay bastantes mentes legales
que
defienden la Declaración de Derechos, pero no parecen
ser
muy vigorosos. Tras el 11 de septiembre, hubo un
silencio
cuando una tras otra de estas leyes draconianas,
realmente
totalitarias, se establecían.Marc Cooper: Entonces, ¿cuál es la salida? En los
ochenta
llamaba a la creación de un nuevo tipo de convención
constitucional populista. ¿Aún cree que esa es la
solución?Gore Vidal: Pues es la menos sangrienta. Porque habrá
problemas, grandes problemas. Los locos se juntaron
para
lograr la enmienda para un presupuesto equilibrado
(balanced budget amendment) y consiguieron que la
mayoría de
los estados estuvieran de acuerdo con una convención
constitucional. El senador Sam Ervin, quien ya
falleció,
investigó qué pasaría en tal convención, y
aparentemente todo
sería posible. Una vez que nosotros el pueblo estemosreunidos, así como lo requiere la Constitución,
podemos
hacer lo que sea, podemos echar a todo el Ejecutivo,
el
Judicial, el Congreso. Podemos poner a un lama
tibetano.
O transformar al país en un gran centro de
Cientología.
"Y los liberales, claro, son los más lentos y los más
estúpidos, porque no entienden sus intereses. Los de
la
derecha son los malos, pero saben lo que quieren -el
dinero
de todos los demás-. Y saben que no les gustan los
negros
y que no les gustan las minorías. Y les gusta joderse
a
todos los que estén en el camino.Pero ya que sabes lo que quieres, estás en una
posición más
fuerte que aquellos que sólo pueden decir: 'Oh no, no
debes
hacer eso'. Debemos tener libertad de expresión.
¿Libertad
de expresión para qué? ¿Para estar de acuerdo con The
New York
Times?"Los liberales siempre dicen: 'Si hay una convención
constitucional, quitarán la Declaración de Derechos'.
¡Pero
ya lo hicieron! Se fue. Prácticamente no queda nada
de ella.
Así que si ellos, los famosos "ellos", resultaran ser
la
mayoría del pueblo estadounidense y no quisieran la
Declaración de Derechos, entonces, yo diría,
hagámoslo.
Simplemente aventémosla por la ventana. Si no la
quieres,
no la tendrás".Traducción: Tania Molina Ramírez
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NOTAS1. En varias ocasiones, el presidente George W. Bush y
el
vicepresidente Dick Cheney le pidieron al líder de la
mayoría
demócrata en el Senado, Thomas Daschle, que no se
investigara
sobre el 11 de septiembre. El argumento de Cheney era
que la
comunidad de inteligencia estaba tan involucrada en
los
acontecimientos posteriores al 11 de septiembre que nodeberían de desviar su atención. (N.T.)
2. El Bill of Rights estadounidense se compone de las
primeras
10 enmiendas a la Constitución, ratificadas en
diciembre de
1791. Durante los debates del Congreso Constituyente,
muchos
argumentaban que así como estaba redactada la
Constitución,
se abría el camino hacia una tiranía del gobierno
central.
Thomas Jefferson escribió que una declaración de
derechos es
"a lo que todo pueblo tiene derecho contra todo
gobierno en
la Tierra". El Bill of Rights dice, entre otras
cosas, que no
se podrá obligar a ninguna persona a responder de un
delito
castigado con la pena capital u otro infame delito si
un
Gran Jurado no lo denuncia o acusa, a excepción de
los casos
que se presenten en las fuerzas de mar o tierra o en
la
milicia nacional cuando se encuentre en servicio
efectivo
en tiempo de guerra o peligro público; ni se le
privará de la
vida, la libertad o la propiedad sin el debido proceso
legal.
El Bill of Rights también señala que en toda causa
criminal,
el acusado gozará del derecho a ser juzgado
rápidamente y en
público por un jurado imparcial del distrito y estado
en que
el delito se haya cometido; así como de que se le
haga saber
la naturaleza y causa de la acusación, de que se le
caree con
los testigos que depongan en su contra, de
que se obligue a comparecer a los testigos que le
favorezcan y
de contar con la ayuda de un abogado que lo defienda.
(N.T.)