Los problemas de agua en América Latina

Argenpress.info

22 de marzo del 2004


77 millones de personas carecen de acceso a agua potable: La región ha logrado grandes avances en las décadas recientes. El porcentaje de personas en América Latina y el Caribe con servicios de agua corriente se ha incrementado del 33 por ciento de la población en 1960 al 85 por ciento al año 2000, lo cual deja aún a 77 millones de personas sin acceso a agua potable: 51 millones en áreas rurales y 26 millones en las áreas urbanas.

100 millones de personas carecen de saneamiento: El porcentaje de la población con conexión a servicios de saneamiento entre 1960 y 2000, en América Latina y el Caribe, aumentó del 14 al 49 por ciento. Aproximadamente 256 millones de personas utilizan letrinas y fosas sépticas y 100 millones de personas no tienen acceso a servicio de saneamiento alguno.

Falta de tratamiento de aguas de desecho: Menos del 14 por ciento de los residuos cloacales proveniente de viviendas es tratado en plantas de saneamiento, incrementando el riesgo de daños ambientales a largo plazo. El resto de los residuos cloacales es descargado sin tratamiento en las corrientes de ríos, lagos, acuíferos subterráneos y océanos.

Gran desigualdad en los precios del agua: En el año 2000, las estadísticas mostraron que los pobres pagaron entre 1.5 y 2.8 veces más por el agua que las familias de mayor solvencia; así como en un porcentaje mayor en relación a sus ingresos. Asimismo los pobres reciben una peor calidad de agua, incrementando así el riesgo de contraer enfermedades diarreicas, que pueden causar la muerte cuando afectan a los niños.

Graves restricciones financieras en países ricos, de mediano ingreso y pobres del hemisferio Occidental limitan por igual las habilidades de los gobiernos nacionales y locales para encarar todas sus necesidades de agua de una manera simultánea, forzando así decisiones que deben involucrar a los grupos interesados, es decir, aquellos que usan el agua para beber, para saneamiento, para la industria y para la agricultura. Algunas de las alternativas han incluido el establecimiento de fondos solidarios, asociaciones público-privadas, la participación comunitaria y otros esquemas financieros alternativos.

Aguas subterráneas: Importantes acuíferos en el oeste de Estados Unidos, México y América del Sur son amenazados por la sobreexplotación y la contaminación. En América del Sur, del 40 al 60 por ciento del agua proviene de acuíferos que enfrentan la contaminación siempre en aumento producida por el incremento de la actividad minera y agrícola. En México, 102 de los 653 acuíferos son sobreexplotados, siendo la fuente principal de abastecimiento de agua para el 65 por ciento de la población. En algunas áreas los campesinos se han visto forzados a cambiar sus siembras de algodón a la menos lucrativa siembra de granos para forraje, debido a la insuficiencia de agua en los acuíferos para la siembra de algodón.

Contaminación de Lagos y Ríos: Muchos de los principales lagos y cuencas de ríos desde América del Norte hasta América del Sur se encuentran bajo una gran presión debido al incremento en la población y décadas de desarrollo agrícola e industrial; entre los que se encuentran los Grandes Lagos en Estados Unidos y el Lago de Chapala en México.

Huracanes y los efectos de El Niño: En décadas recientes, ha aumentado significativamente la población en las zonas costeras que están en la ruta de los huracanes, incrementando el riesgo de mortandad y pérdidas económicas. En 1998, el huracán Mitch causó la muerte de 9,000 personas en Centro América, la pérdida de $6,000 millones de dólares en daños y alteró temporalmente al 75 por ciento de la población hondureña. Un líder político comentó que esa tormenta por sí sola destruyó 75 años de progreso económico. Los efectos periódicos de cambios en la corriente del Océano Pacífico frente a la costa de América del Sur, conocidos como El Niño, provoca periodos de grandes sequías y tormentas severas alternadamente y en gran escala, en áreas altamente pobladas tanto en América del Norte como en América del Sur. Si se desarrollan cambios en los escenarios del clima, como creen algunos científicos, los huracanes se volverán más potentes y causarán mayores daños.

Temas transfronterizos: En las Américas, los problemas transfronterizos de agua son frecuentes: entre Canadá y Estados Unidos, entre México y Estados Unidos, entre países de Centro América, entre Brasil, Paraguay y Uruguay. Incluso países ricos como Canadá y Estados Unidos no han desarrollado aún un plan para limpiar los Grandes Lagos, que sufren de sedimentos contaminados debido a décadas de desarrollo industrial y agrícola, que actúan como tóxicos en peces y otras fuentes de alimento. Al mismo tiempo unas 160 especies exóticas, tales como la lamprea de mar y el mejillón cebra, han sido introducidas en ese sistema acuático y están perjudicando a las especies autóctonas.

La riqueza no significa agua limpia: Las regiones de Norteamérica no están exentas de problemas de agua a pesar a su status entre los países más ricos. Por ejemplo, en Estados Unidos, el 21 por ciento de las cuencas tienen problemas serios de calidad de agua, mientras que otro 36 por ciento tienen problemas moderados. Más de dos tercios de la población total de Estados Unidos, 218 millones de personas, viven en las cercanías de un lago, río, arroyo o área costera contaminada.

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